La lluvia deja sin procesiones a la Semana Santa viguesa. A igual que en la jornada del Jueves Santo, ningún paso religioso pudo recorrer las calles de la ciudad el viernes debido al mal tiempo. Solo se atrevieron a sacar sus imágenes en Bouzas, cuyos cofrades apenas pudieron recorrer unos metros antes de regresar al templo, y en Teis, donde el Vía Crucis de A Guía volvió a reunir a numerosos devotos durante la madrugada del viernes al sábado.

Las procesiones del Encuentro y el Santo Entierro, que ya se tuvieron que cancelar el año pasado debido a la adversa meteorología, volvieron a suspenderse en esta ocasión y la imagen de los cofrades esperando en el interior de la Concatedral se repitió por la mañana y a última hora de la tarde.

Para evitar la situación ocurrida en 2012, cuando la salida del Encuentro también tendría que haberse cancelado incluso con buen tiempo debido a la falta de porteadores, las imágenes iban a a ser llevadas a hombros este año por las cofradías de Bouzas y de Teis, así como por miembros de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel. Aún así, faltaban costaleros para uno de los pasos de la procesión del Santo Entierro.

Los cofrades de Bouzas sí pudieron procesionar por la tarde con su Virgen de la Soledad, aunque solo unos metros antes de volver a resguardarla en el templo. Un breve recorrido que ya ni intentaron en el centro los integrantes de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio, que no pudieron disfrutar de una procesión con más de 50 años de tradición.

El único acto religioso que pudo celebrarse fuera de los templos el Viernes Santo fue el Vía Crucis de A Guía, una cita que reúne cada año a una multitud de devotos que culminan de madrugada el recorrido por las diferentes estaciones sin importarles las inclemencias meteorológicas.

El coordinador de la Semana Santa, Ángel Dorrego, mostraba ayer su preocupación por la falta de porteadores y también de devotos ilusionados por las procesiones. "No vi interés de la gente. Carecemos de seguro de sol, lo que resta mucho fervor popular, el centro está despoblado y los cofrades mayores no tienen recambio. Son hándicaps que debemos estudiar porque si Vigo no quiere procesiones pues no las habrá. Son una responsabilidad de los laicos", concluía.