La Policía Local, en un operativo en colaboración con la Policía Nacional, detuvo la pasada madrugada a un joven de 28 años de edad, A.M.M., natural y vecino de Madrid, poco después de que presuntamente apuñalase en el abdomen a otro chico, en este caso de Vigo, a las puertas de una discoteca de la calle Venezuela. Un comentario realizado a las tres chicas que iban con el arrestado fue aparentemente el motivo de la agresión.

Todo ocurrió pocos minutos después de las seis de la mañana. A esa hora, los policías fueron requeridos ya que se había producido una agresión a un joven ante la discoteca. Al llegar allí, según fuentes de la Policía Local, se encontraron con un grupo de personas "muy alteradas" y, a su lado, un varón sentado en el suelo con la camisa manchada de sangre a la altura del abdomen, por lo que se requirió la presencia de una ambulancia del 061, que trasladó al herido a un centro hospitalario.

Los efectivos comenzaron de inmediato a recabar los testimonios de las personas que habían sido testigos de los hechos. Un amigo del herido contó que estaba con él en el exterior de la discoteca cuando vieron salir al supuesto agresor acompañado por tres chicas. Cuando ellos le hicieron un comentario a estas mujeres, el joven supuestamente esgrimió una navaja y, sin mediar palabra, se la clavó en el abdomen a la víctima. Tanto el compañero del herido como otros testigos presenciales coincidieron en las características físicas que dieron del atacante, así como en señalar que tras el incidente salió huyendo a la carrera por Venezuela en dirección a Hernán Cortés.

Mientras ya se ponía en marcha el dispositivo para tratar de localizar al joven, los agentes también procedieron a identificar a las tres mujeres que iban con el ahora arrestado, también de Madrid: ellas aseguraron que acababan de conocer al chico esa misma noche, aunque cuando poco después se procedió a la detención del sospechoso, los policías pudieron comprobar como una de ellas, que creen que en realidad es su novia, lo estaba telefoneando insistentemente.

Y es que la huida del joven duró poco, ya que fue localizado en la confluencia de Gran Vía con Urzáiz. Al percatarse de la presencia policial, él trató de esconderse en un portal sin éxito. Tras interceptarlo los agentes, el supuesto agresor, de forma espontánea, les relató que había estado involucrado en una pelea en una discoteca y que se escapó porque, según su versión, había recibido varios golpes "en cabeza y espalda". Cuando los policías lo cachearon, comprobaron que en uno de sus zapatos escondía la navaja con restos de sangre con la que presuntamente apuñaló al joven vigués.