El deterioro del estadio de Balaídos ha obligado a adoptar las primeras medidas serias de seguridad después de que el gobierno local recibiese un avance de la Inspección Técnica (ITE) de las instalaciones. El Concello cerró ayer de manera provisional los dos pabellones y cuatro pistas de squash situadas bajo la grada de Río por el riesgo de "caída de esquirlas de cemento", según anunció el alcalde, Abel Caballero, al dar cuenta de las conclusiones del informe. Algunas de las vigas están dañadas y existen "pequeñas deficiencias de oxidación" que podrían producir desprendimientos" en el techo de uno de los pabellones y en las pistas. Por precaución Caballero ordenó paralizar la actividad en todos los espacios y la Concejalía de Deportes buscaba ayer alternativa de reubicación a los niños y mayores que utilizan esas canchas el fin de semana.

La reapertura de las zonas deportivas no tiene fecha. Por lo de pronto el Concello hará un estudio a fondo para decidir el alcance de la reparación. El trabajo se prolongará durante 15 días, según expuso el alcalde, y posteriormente se ejecutarán las obras. Portavoces municipales señalaron que han sido aplazados los partidos de las categorías inferiores del Celta de baloncesto y las actividades del programa Vigo en Xogo que se realizan en los pabellones. Las instalaciones son también utilizadas por equipos de fútbol sala de varias edades. Numerosos usuarios que acudieron a hacer deporte ayer a Balaídos durante el día se encontraron con las instalaciones de Río cerradas.

"Sólido y seguro"

El informe señala que las gradas del estadio "son sólidas y seguras", según resaltó Caballero, quien apunta que los problemas se refieren a daños puntuales en algunas vigas. La grada de Río fue construida para el Mundial '82 y desde entonces no se han realizado actuaciones profundas de conservación. "La forma en que se hizo no fue la más avanzada y en 31 años no se realizó el mantenimiento adecuado. Hay partes del encofrado que ni siquiera fueron retiradas en todo este tiempo", comentó el alcalde, quien sin embargo reiteró que el estadio no sufre problemas estructurales. "Tiene garantía y seguridad", insistió.

Los árboles situados en el acceso a los pabellones y las pistas de squash han sido podados, ya que para realizar el estudio es necesaria la colocación de una grúa de alto porte. En el interior se montarán andamiajes y técnicos examinarán a fondo las vigas para corregir el deterioro. En los pabellones existen además problemas de goteras y en épocas de lluvia han tenido que colocarse cubos al lado de las pistas.

El informe de la ITE está aún sin concluir. Pese a que según el estudio no existen problemas estructurales sí se produjeron en varias ocasiones caídas de cascotes, tanto hacia las gradas como al exterior. En noviembre del año pasado fue acordonado un tramo de Portanet, detrás de Río, por desprendimientos de hormigón. También cayeron cascotes hacia el exterior de Marcador durante un partido ante el Mallorca. En la temporada 2010-11 ocurrió en Río Bajo, y un año antes en Tribuna.

Además de desviar actividades a otros pabellones de la ciudad el Concello acelerará, según aseguró el alcalde, la apertura de las nuevas instalaciones polideportivas de Candeán, ya concluidas, y el pabellón de la ETEA, que ha sido reformado pero permanece sin actividad pese a que desde hace meses se anunció su apertura.

Críticas del PP

El PP exigió conocer en detalle el estudio sobre Balaídos que obligó a cerrar los pabellones. "Queremos saber el alcance de los desperfectos", advirtió el concejal Antonio Bernárdez. El edil afirma que la formación "ya se hizo eco de las denuncias de usuarios y lo lamentable es que el gobierno municipal estuviera quieto desde entonces".