El paso de la primera ciclogénesis explosiva del invierno se dejó notar en Vigo. Tras un viernes sin casi incidencias con la excepción del caos de vuelos en el aeropuerto de Peinador, Gong rompía esta relativa tranquilidad ayer por la mañana. Las fuertes rachas de viento, de hasta 93,5 km/h, y la lluvia movilizaron a los servicios de emergencia por caídas de árboles, desprendimientos en tejados y un rosario de hasta 150 contenedores volcados. Pero el suceso más grave fue en la calle Marqués de Alcedo, en el parque de O Castro, donde 9 cedros de hasta 30 metros de altura se desplomaron sobre 13 vehículos estacionados. Uno de ellos un coche patrulla, ocupado por un policía local que milagrosamente salvó su vida y sólo resultó leve: el agente, que regulaba el tráfico en la zona, se disponía a sacar el vehículo de allí, pero no le dio tiempo y el árbol cayó sobre el coche dejándolo siniestro total. La calle estará cortada hasta mañana, día en el que se abrirá al tráfico en sentido descendente. Ya en el mar, el temporal obligó al crucero Saga Sapphire a buscar refugio en el puerto vigués en su camino hacia Southampton.

Con la alerta naranja activada por fuertes vientos, Gong llegó de madrugada. Pero no fue hasta pasadas las diez de la mañana cuando comenzó el grueso de las incidencias, coincidiendo con que a las 10.40 horas, en la zona del puerto, se registraba la racha de viento más fuerte de la jornada en Vigo, de 93, 5 km/h. Hasta el mediodía y en algún caso por la tarde, policías locales, bomberos y Protección Civil atendieron decenas de incidencias. La más grave, la de Marqués de Alcedo. El fuerte viento comenzó a tirar árboles del parque de O Castro: 9 ejemplares de cedro de entre 18 y 30 metros de altura que destrozaron 13 vehículos. Uno era de una patrulla que había ido al lugar para cortar y regular el tráfico. El árbol se desplomó cuando uno de los agentes trataba de retirar el vehículo oficial de allí. Pero el ejemplar y sus enormes ramas se desplomaron sobre el coche. Con contusiones en el cuerpo, heridas leves en una mano y también pequeños cortes por el estallido de cristales del vehículo, el policía salió por su propio pie. Tras ser asistido en un hospital, por la tarde estaba ya en su casa. Debido a este suceso Marqués de Alcedo estará cerrada al tráfico hasta mañana, día en el que se abrirá en sentido descendente (Praza de España-Concello).

En Urzáiz se vino abajo un olivo de 20 centímetros de perímetro. La caída de otro árbol en Ricardo Mella, cerca de la depuradora, obligó a cortar la calle. En la subida al monte Alba, otro árbol derribó postes de tendido eléctrico y telefónico. Otro en Coia cayó sobre un coche. Los bomberos, igual que los efectivos de Protección Civil, tuvieron hasta 25 intervenciones. "Lo peor fue entre las once de la mañana y las doce y media del mediodía, pero hasta las cuatro de la tarde tuvimos salidas", contó un bombero. Un garaje inundado en Baixada o Vao, desprendimientos de chapas en tejados, caídas de rótulos y paneles de publicidad, ventanas... Y también contenedores: el Concello informó de que hasta 150, que se fueron recolocando, volcaron en las vías. Las zonas más afectadas fueron Teis con Travesía, Torrecedeira, Vía Norte, Areal, Samil o Canido.

El temporal obligó al crucero Saga Sapphire a buscar refugio en Vigo. Procedente de Lisboa, atracó a las 17.30 horas con 638 cruceristas y 444 tripulantes. A las seis de esta madrugada preveía seguir hacia Southampton. En el Club Náutico se cerró la piscina "por seguridad" hasta hoy: el viento soltó los tornillos de las planchas metálicas del techo. Se suspendió una competición de natación y también una regata.

Las rachas de viento fueron lo más característico. La lluvia se movió en una intensidad de 20 litros/metro cuadrado y dejó alguna inundación. Y tras la tempestad, por la tarde la situación mejoró notablemente e incluso se vieron cielos despejados. Para hoy se espera otra borrasca, pero ya no de la intensidad de la de ayer.