Vecinos del barrio vigués de Teis se vieron ayer atrapados en sus propios domicilios como medida de precaución por una importante fuga de gas que se registró a primera hora de la mañana en la zona. La alarma saltó alrededor de las 09:50 horas a altura del número 7 de la calle Enrique Lorenzo, muy cerca de la rotonda de Sanjurjo Badía, donde se lleva a cabo la humanización que pondrá fin a las obras del nuevo emisario submarino de O Morrazo.

Una pala excavadora se topó con una canalización de gas no señalizada, según explicó el alcalde, y provocó un considerable escape acompañado de una explosión que causó daños de escasa consideración en ventanales y escaparates cercanos. En apenas unos segundos, el gas se extendió por toda la calle y el fuerte olor, acompañado del ruido que causaba la fuga, desencadenó el temor entre los operarios y los transeúntes, que huyeron para alejarse del lugar.

Las primeras patrullas de la Policía Nacional y Local procedieron a cortar el tráfico y acordonaron la zona hasta la llegada de una dotación del parque de bomberos de Teis. "El olor era muy fuerte y temimos que se pudiese producir alguna explosión", aseguró uno de los agentes que fue movilizado a la zona y que se encargó de activar el protocolo de seguridad.

La primera medida de precaución fue el desalojo de los trabajadores y los comerciantes que se encontraban en el lugar, pero ante la posibilidad de que los vecinos resultasen intoxicados se procedió a dar a aviso a todos los vecinos. Provistos de megáfonos, los agentes de Policía alertaron a los inquilinos de media docena de edificios colindantes con la zona del escape para que se encerrasen en sus domicilios y procediesen a cerrar puertas y ventanas. La alerta radiada en plena calle por la Policía también se escuchó en gran parte de Sanjurjo Badía, en aquel momento abarrotada de ciudadanos realizando sus primeras compras del día. Los bomberos utilizaron abrazaderas para estrangular los dos extremos del tubo roto y lograron dejar controlada la situación apenas una hora después. Alrededor de las once de la mañana, los operarios de Aqualia pudieron regresar a la zona para revisar la avería y acometer la reparación, que se prolongó durante algunas horas más.

Sin señalizar

El alcalde, Abel Caballero, señaló poco después que se trataba de una conducción de gas "no señalizada" y defendió la humanización de la calle para acaba con "estas cosas que antes alguien hizo mal". El regidor municipal también explicó que "las ventajas" de este tipo de reforma es que se renuevan las canalizaciones y se señalizan.

La obra que está llevando a cabo la concesionaria es la última fase de la instalación del emisario submarino que comenzará a funcionar en septiembre. La infraestructura depende de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, que durante los dos últimos años ha desdoblado la conexión de agua para abastecer a los 45.000 habitantes de Cangas y Moaña. La instalación, que va desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Casal (Vigo) hasta Ameixonada (Moaña), ya está totalmente finalizada y actualmente se somete a pruebas técnicas. La calle Enrique Lorenzo, donde ayer se produjo la fuga de gas, es una de las zonas por las que discurre el emisario desde Punta Lagoa hasta Casal.

Apertura de la calle

Tras quedar el escape controlado por parte de los bomberos, la situación en la zona de Sanjurjo Badía regresó a la normalidad alrededor de las once y media de la mañana. El suceso provocó una gran expectación en la zona y la normalidad regresó a partir del mediodía.

Casi dos horas después de que se registrase la rotura de la canalización, los vecinos pudieron abandonar sus domicilios. Los bomberos procedieron a revisar los edificios y locales comerciales cercanos para ventilarlos y evitar que algún propietario resultase intoxicado.

Las patrullas de la Policía Local que regulaban el tráfico se retiraron alrededor de las doce del mediodía y la Policía Nacional levantó poco después el dispositivo de seguridad instalado entre las calles Enrique Lorenzo, Sanjurjo Badía y Pedro Alvarado.

Según las últimas previsiones del Concello de Vigo, las obras de humanización finalizarán entre finales del presente mes de agosto y principios de septiembre.

Gran tensión entre los vecinos y comerciantes de la zona

El fortísimo olor a gas que siguió al ruido de la explosión en la tubería de Enrique Lorenzo causó gran alarma entre los vecinos de la zona. "Cuando reventó saltaron escombros a nuestro escaparate, al principio pensábamos que se trataba de una tubería de agua, pero al abrir la puerta vimos salir el gas y el olor y el ruido impactaban", comenta Marina, responsable de la peluquería Lazos y que en ese momento realizaba unas mechas a una clienta, "la tuvimos que dejar a medias, la llamamos ahora para decir que habíamos vuelto a abrir pero se había ido a Balaídos con sus hijos por precaución", comenta. La pastelería La Camelia, la cafetería Zoraya 2 o el centro de arte Vadearte, todos en Enrique Lorenzo, también vieron afectados su negocios, ya que permanecieron cerrados entre las 10.00 y 12.00 horas €mientras se mantuvo el acordonamiento€. "He llamado ya al seguro para ver si podemos reclamar algo", confirman en la cafetería. "Lo de esta calle es una vergüenza, tardaron muchísimo en arreglar la fuga, no pasó nada ¿Pero y si alguien tira un cigarro?", se queja Montse González, de la pastelería La Camelia. "El ruido y el olor eran impresionantes, llamé a la Policía Local inmediatamente y al principio estuve con las niñas al fondo de la habitación y con una ventana abierta, pero después decidí llevármelas a un parque alejado", comenta Mónica Villar, del centro de arte Vadearte.

"Sentí la explosión y al asomarme al balcón ya vi salir gas a mucha velocidad de la tubería y cerré las ventanas. Siempre te sientes un poco inquieto, pero al ser al aire libre no me preocupó demasiado", explica Eugenio Alonso, un vecino. Uno de los responsables de la obra añade que fue un percance "como sucede en muchas otras" pero que la gente se asustó "por el fuerte ruido del gas". "Los vecinos se pusieron muy nerviosos y empezaron a salir corriendo, nosotros llamamos directamente a la empresa del gas porque sabíamos que no era muy importante y de repente nos encontramos con bomberos y policía", comenta.