El obispo emérito de la diócesis de Tui-Vigo, monseñor José Cerviño Cerviño (Aldán, 1920), falleció la madrugada de ayer a los 91 años de edad tras permanecer ingresado desde el 5 de abril, Jueves Santo, en Povisa. La salud del prelado, que había sufrido numerosos infartos, se agravó repentinamente hace dos semanas, pese a todo, Cerviño se mantuvo sereno hasta pocas horas antes de que su vida se apagase a las cinco de la madrugada del miércoles en el hospital vigués. El religioso presidió la diócesis entre 1976 y 1996, momento en que dio paso a José Diéguez Reboredo y posteriormente al actual Luis Quinteiro Fiuza.

El prelado, fiel reflejo de una generación de obispos vinculados al Concilio Vaticano II, será recordado en la diócesis, entre otras muchas cosas, por promover la liturgia en gallego –participó decisivamente en la publicación del primer misal romano en lengua gallega–; su promoción de la actividad caritativa y social –apostó decididamente por Cáritas Diocesana y "Proyecto Hombre", dedicado a la rehabilitación de drogodependientes– o su interés por la conservación y mejora del patrimonio artístico –creó el Museo y Archivo Histórico Diocesano–. Desde el punto de vista más personal, sus compañeros religiosos y los feligreses lo recuerdan como una persona inteligente, cercana, muy atento al clero y con un carácter "gallego" que se reflejaba en su sentido del humor.

Su cuerpo permanece desde ayer en la Concatedral de Vigo, donde se ha instalado la capilla ardiente hasta que hoy, a las 19.00 horas, se traslade a la Catedral de Tui para ser enterrado mañana. El obispo Luis Quinteiro ofició ayer las vísperas, a las que asistieron centenares de feligreses, religiosos y también su familia de Aldán, fundamentalmente sobrinos –era el menor de doce hermanos, todos ya fallecidos–.

"Le agradecemos a Dios su vida, entrega, cercanía y que era una persona siempre atenta", señaló Fiuza, antes de la celebración ayer de las vísperas en la Concatedral de Vigo. "Se encaró a Dios con fantástica serenidad y una honda fe que solo es posible cuando esta se ha trabajado y vivido", destacó.

Su secretario personal durante los últimos 35 años, Antonio Hernández, es probablemente la persona que más conoció a Cerviño, de él menciona su "índice de sociabilidad notable" y su cercanía, de hecho relata que muchas veces sorprendía a los propios feligreses, acostumbrados a otro tipo de obispos. "Se leía cinco periódicos al día de cabo a rabo porque le gustaba estar muy bien informado, por otro lado, preparaba los discursos con gran sentido de la responsabilidad", menciona. Otra persona que lo conocía bien es Ángel Dorrego, responsable de Cáritas y para quien Cerviño era una persona "buena, entrañable y con una gracia muy gallega". Los adjetivos que emplea Alberto Cuevas, responsable de prensa del obispado, son similares: "era una persona muy gallega, inteligente, cercana, atenta, cariñosa y muy buen pastor, preocupado como obispo por los asuntos del clero".

Cerviño fue nombrado obispo de la diócesis el 18 de diciembre de 1976, cargo que ejercería hasta cumplir los 75 años en 1996, momento en que le sucedió José Diéguez Reboredo y actualmente Luis Quinteiro Fiuza. Hijo de Román y Ramona Cerviño, era el menor de doce hermanos y el último que permanecía vivo –muchos tuvieron una muerte prematura–. Con 13 años entró en el seminario de Tui hasta que, tras el parón de la guerra civil, pasa al seminario de Santiago para estudiar Filosofía y Teología y se ordena sacerdote en 1946. Posteriormente estudia Derecho Canónico en Salamanca y regresa como profesor y vicerrector al seminario de Tui hasta que en 1953 vuelve a la diócesis compostelana, ejerciendo diversos cargos como obispo auxiliar o vicario capitular. Ya en 1976 se convierte en obispo de la diócesis Tui-Vigo hasta 1996.

Su cuerpo es velado desde ayer en la Concatedral viguesa, donde se abrió la capilla ardiente de cuerpo presente y se celebraron las vísperas. Las puertas del templo se volverán a abrir hoy a las 9.30 horas para rezar las laudes y seguir el velatorio hasta las 19.00 horas, momento en que finalizará para ser trasladado a la Catedral de Tui, donde se le rezarán las vísperas a las 20.30 horas y las laudes a las 9.30 horas de la mañana del viernes. De este modo, su cuerpo será velado en Tui hasta las 17.00 horas de mañana, que será cuando comience el funeral de exequias presidido por Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela. Todos los obispos de Galicia y numerosas autoridades han confirmado su asistencia. Ya el sábado, a las 12.00 horas, el obispo de la diócesis, Luis Quinteiro Fiuza, oficiará un último funeral en la Concatedral de Vigo.

Amante de la lectura y los viajes

El secretario personal de Cerviño destaca que era una persona a la que le gustaba mucho leer y que dedicaba mucho tiempo para estudiar la prensa "de cabo a rabo". Entre las otras aficiones del prelado destacan los viajes, de los que traía siempre muchas fotografías. Junto al canónigo Ricardo García Fernández fue a Buenos Aires, a las Islas Azores y a Mazzarelos (Oporto) para llevar reliquias de San Telmo, patrono de Tui. Sus viajes al Vaticano –en los que conoció al Papa Juan Pablo II– le permitieron también hacer turismo por la ciudad, como se puede apreciar en la imagen de la izquierda.

Sus restos reposarán en la capilla del Santísimo junto a tres prelados

La catedral de Tui está preparada para los oficios fúnebres y entierro del cuerpo de monseñor José Cerviño. Se cumplirán así sus deseos de ser enterrado en la capilla del Santísimo de la catedral de Tui, en el arcosolio donde estaba colocada la imagen de la Virgen del Rosario, por lo que ya se ha preparado el lugar, realizando las obras necesarias. Se colocará en el presbiterio, con los atributos pontificios, mitra y báculo, sobre el féretro, para posteriormente rezar las vísperas a las 20.30 horas. , a las 9.30 horas se rezarán laudes y se velarán los restos en la catedral de Tui. El funeral comenzará a las 17.00 horas, con posterior entierro en la capilla del Santísimo, donde reposan los restos de los obispos Juan Fernández de Sotomayor II (año 1423), Fernando Hue Gutiérrez (4 de noviembre de 1894) y Manuel María Vidal Boullón (26 de junio de 1929). El canónigo Ricardo García Fernández, gran amigo de Cerviño destacó que el fallecido "quiso respetar los festejos", ya que el lunes pasado remataron las fiestas de San Telmo con la solemne procesión a la que monseñor Cerviño acudió mientras la salud se lo permitió.