Hacer una escapada a Viana do Castelo u Oporto será un poco más caro a partir de mañana. En 2012 el Gobierno de Portugal actualizará al alza sus peajes en un 4,36%, el valor que alcanzó el IPC del país vecino a 31 de noviembre. La subida de las tasas afectará a los autopistas pero también a las denominadas Scut €antiguas autovías gratuitas€ que, como la A-28 o la A-41 y A-42 (Grande Oporto), están gravadas con un canon desde octubre de 2010. La revisión de las tarifas hará que, tras las campanadas de Nochevieja, atravesar la A-28 hasta Oporto se encarezca 18 céntimos hasta costar 4,28 euros (la norma lusa dice que el redondeo se hace con el múltiplo de 5 más próximo). En el caso de la Grande Oporto el peaje de la A-41 pasará de 2 euros a 2,08 y en el de la A-42 de 1,65 euros a 1,72. La única alternativa para llegar a Oporto es la A-3 €autopista Valença-Porto€, donde el precio del trayecto se eleva desde los 8,15 euros a los 8,5.

Al igual que en España, el precio de los peajes se actualiza todos los años y de manera automática en base a una fórmula recogida en un decreto ley. En el caso de Portugal esa regla se contempla en la norma 294/97, en la que se toma como principal referente la evolución del IPC publicada por el Instituto Nacional de Estatística (INE). La única alternativa para esquivar el aumento es que €al igual que sucedió este año con el anterior ejecutivo de José Sócrates€ el Gobierno congele el cálculo automático. Esa posibilidad es sin embargo remota. Ayer la prensa lusa daba por seguro que los peajes se incrementarán en enero al igual que el transporte público, el gas o el agua. La decisión de 2011 respondería €según fuentes expertas€ a que los primeros peajes en las Scut se aplicaron el 15 de octubre de 2010, apenas un mes antes de que se revisase el importe de las tasas.

La subida de los peajes promete empeorar los efectos negativos que ya han ocasionado las nuevas tasas en los territorios afectados. En apenas un año el distrito de Viana do Castelo vio cómo cerraban 60 restaurantes por la disminución del turismo gallego y los hosteleros de Caminha y Viana cifran en un 50% la caída de sus ingresos por la suma de peaje y crisis. Solo en este último municipio su alcalde, José María Costa, alertaba hace semanas de que las Scut habían reducido en un 40% el tránsito por la A-28, lo que supone cerca de un 30% menos de turistas gallegos, principalmente procedentes de Vigo.

Los efectos en la economía de la Eurorregión se dejan notar también de este lado del río Miño. Hace una semana la Asociación de Hosteleros de Vigo (Ahosvi) reconocía que desde octubre de 2010 €con la implantación de peajes en la A-28€ la afluencia de turistas se había desplomado en un 60%. Aunque su presidente, César Ballesteros, reconocía entonces el impacto de la recesión que atraviesa Portugal, señalaba a las tasas como principal causante de la caída. En cualquier caso la subida de 2012 promete ser aún más traumática para la economía de las regiones limítrofes. El pasado 8 de diciembre el Gobierno de Pedro Passos implantaba nuevos peajes en autovías Scut del centro y sur del país €hasta el Algarve€, como la A-22, A-23, A-24 y A-25.