El botellón ha multiplicado los casos de agresiones y altercados contra agentes de la autoridad. Tal es la situación que, fuentes sindicales del cuerpo de Policía Nacional de Vigo, aseguran que tienen "órdenes no escritas" de no acudir a ninguna intervención en estas zonas si se encuentra disponible solo una patrulla. El problema es que, actualmente, denuncian que durante los fines de semana solo están operativos cuatro coches, por lo que en más de una ocasión se han visto desbordados y no han podido acudir ante un determinado requerimiento.

Las quejas de los agentes para pedir refuerzos nocturnos vienen de tiempo atrás, pero se acrecentaron en julio, cuando las cuatro patrullas con sus ocho agentes fueron apedreados por cerca de 200 jóvenes en la calle Pontevedra, en una zona de after hours.

Ese incidente, aseguran, motivó que durante un tiempo funcionase una unidad de refuerzo entre las doce y las cinco de la mañana, un horario que los agentes consideran "totalmente inapropiado puesto que los altercados suceden entre las seis y las ocho de la mañana".

Sin embargo, esa unidad de la U.P. R (Unidad de Prevención y Reacción) ya ha dejado de funcionar, "y a los agentes que expusieron sus quejas por escrito para pedir refuerzos se les ha abierto un expediente". Además, denuncian que tiene ódenes expresas de no abrir el armario con el material antidisturbios. El por qué a esto último no lo saben, pero sospechan que es porque "queda mal de cara a la galería".

La coordinación entre ellos y la Policía Local para acudir a estas zonas cuando no tienen efectivos suficientes denuncian que es casi nula. "La respuesta más común es "no tenemos dotaciones", porque a labores humanitarias se apuntan todos los cuerpos, pero si saben que se juegan el tipo ya es otra cosa", critican.

Seguridad

Sin embargo, desde la Local creen que la coordinación es buena, pero aclaran que ellos tampoco acuden solo en una patrulla a las zonas de botellón, "por la seguridad de los agentes y del propio vehículo siempre vamos de dos en dos como mínimo". El pasado fin de semana, comentan, fueron requeridos por el 061 para que los escoltasen a Churruca, donde los sanitarios tuvieron que atender a una persona ebria.

"Es el protocolo normal, en esa ocasión no sucedió nada, pero si es cierto que las agresiones a nosotros mismos o a los coches son habituales", reconocen. Sin embargo, en la Policía Local cuentan con 8-9 vehículos durante el fin de semana, por lo que afirman que no tienen problemas para unir a varias patrullas.

"Cuando vas a una intervención en un caso concreto en la zonas de botellón la gente colindante está tan borracha que si el implicado pierde los papeles con nosotros el resto de la gente se suma", explican. A nivel judicial, una agresión a un agente reprochan que "sale "casi gratis –entorno a los 20 euros– porque lo consideran una falta de lesiones o desacato"