El abastecimiento de agua a los depósitos de O Morrazo, que surten a la red interna de la traída general de Cangas y Moaña, estuvo cortado ayer a lo largo de casi toda la jornada por segunda vez en una semana. El problema surgió en el nuevo tramo instalado el pasado viernes para restituir el servicio, y cuya unión con el resto del emisario resultó en una compleja operación que se prolongó durante veinte horas. La pérdida detectada ayer a las 9.30 horas obligó a los técnicos de la empresa concesionaria de la traída, Aqualia, a cortar el abastecimiento de los depósitos de Cangas y Moaña a las 10.00 horas. Su nivel entonces era del 28%, lo que ayudó a que no se produjesen cortes en el suministro a los vecinos, como sí había ocurrido el viernes. El área más afectada fue el barrio de Vilela, en Tirán, porque se abastece directamente de la tubería submarina. Sufrieron cortes puntuales por la mañana y a lo largo de la tarde el agua llegaba sin apenas fuerza a los grifos de los vecinos de esta zona.

La fuga detectada ayer fue en la propia anilla que une el nuevo tramo de 12 metros con el resto de la tubería. El miedo inicial era que este problema afectase también a la parte vieja del conducto submarino, pero Aqualia descarta este supuesto. Como todas las averías anteriores, que se producen desde hace cuatro años, ésta tuvo lugar en el entorno de Punta Lagoa, justo bajo el puerto deportivo de esta zona de la costa de Teis (Vigo). Sin embargo, desde Augas de Galicia no culpan en ningún momento a la actividad de esta marina.

Pasadas las 18.00 horas la pérdida estaba subsanada –la previsión inicial hablaba de las 14.30 horas– pero todavía era necesario purgar el agua que quedaba en el tramo submarino para evitar que el líquido estancado entrase en la red interna. Esta operación de vaciado se realizó en O Con y fue mucho más rápida que durante la pasada semana. Antes de las 20.00 horas el depósito de Ameixoada empezó a cargar agua nuevamente. En la operación participaron cuatro buzos y un total de trece trabajadores de Aqualia, para los que la infraestructura submarina empieza a ser un escenario de trabajo demasiado habitual. Ayer se vieron obligados a subir a la superficie la tubería para instalar una pieza, un trabajo que no se podía realizar bajo el mar.

Las alarmas saltaron otra vez con esta avería, que vuelve a evidenciar el precario estado en el que se encuentra el abastecimiento de agua a O Morrazo, que llega desde el depósito vigués de O Casal. Tanto el alcalde de Moaña, José Fervenza, como la Xunta dirigieron ayer sendos escritos al Concello de Vigo instando a que autorice, de forma inmediata y urgente, la instalación del demandado bypass en Punta Lagoa, que permitiría conducir el agua hasta la comarca por el nuevo emisario aunque éste todavía no tenga finalizado el tramo subterráneo en territorio vigués.

Instalación de un "bypass"

Fervenza aseguró a su homólogo de Vigo que se trata de una solución urgente "pois se rebentou agora pode pasar outra vez, e voltaremos a ter problemas", indica. El gobierno gallego, por su parte, lamentó lo que considera "continuos impedimentos protagonizados por el Concello de Vigo", y recordó que espera desde julio a que Caballero conceda esta autorización.

En cuanto pueda iniciar los trabajos para instalar el bypass, los obreros de la UTE Bardera-Excover tardarán entre dos y tres semanas en tener finalizado este dispositivo, con el que se pretende evitar cortes en el servicio en caso de que se produzcan nuevas averías. En cuanto a la puesta en funcionamiento del segundo emisario, Augas de Galicia tampoco da una fecha.