"Mañana [por hoy] pondré mi cargo a disposición del Consello Local". Este era el anuncio que realizaba ayer el candidato del BNG a la Alcaldía de Vigo, Santiago Domínguez Olveira, tras conocerse los resultados de unos comicios municipales que han asestado un severo varapalo a la formación nacionalista: su representación se desploma al obtener solo tres concejales, dos menos de los que tenía en la actualidad y una cifra muy lejana de los ocho ediles que sumó en las elecciones de 1999. En la sede viguesa de este grupo político las caras largas y los ojos llorosos fueron los protagonistas mientras la mayoría confesaba su sorpresa por un desenlace que no aguardaban y que es peor que el que auguraban las encuestas –que le otorgaban cuatro actas– . "Los resultados no fueron los que esperábamos, pero la ciudadanía dictó sentencia y lo acatamos; pero por muy mal que fueran no nos vamos a ir de esta ciudad", afirmó Olveira.

Con solo el 10 por ciento de los votos escrutados, los resultados reducían la actual representación del BNG en el concello a tres ediles. El recuento fue avanzando, pero ese número ya no se movió. A las once de la noche, junto a la número dos Iolanda Veloso y el resto de la candidatura, Domínguez comparecía en la sede de Celso Emilio Ferreiro. El tenso silencio solo se rompió por los aplausos de la veintena de miembros y simpatizantes del Bloque que permanecían en el local aguardando a escuchar a los candidatos. "Los resultados no eran los que esperábamos después de esta gestión de cuatro años y tras presentar un programa electoral claro y viable", dijo el cabeza de lista. "Pero la ciudadanía decidió y respetamos sus designios: y lo que dijeron los ciudadanos es que el BNG tenía que bajar sus resultados", prosiguió.

Las tres actas dan representación a Domínguez, Veloso y Xabier Alonso y dejan fuera a María Méndez o Xesús López, números 4 y 5 y que también formaron parte del anterior gobierno. Domínguez, que inició su intervención afirmando sentirse "orgulloso" de pertenecer a la formación nacionalista y del "gran trabajo" por Vigo que realizó su grupo municipal en estos últimos cuatro años, anunció que hoy pondrá su cargo a disposición del partido. "Es lo normal; yo fui el candidato a la Alcaldía y el responsable del grupo municipal", dijo, para añadir que será el Consello Local del BNG "el que decidirá las estrategias y la directrices de cara a seguir trabajando por Vigo". Preguntado sobre el futuro gobierno de coalición, señaló que esa no es su decisión. "Pertenezco a una organización donde yo no decido; tiene un Consello Local que a la vista de los resultados decidiremos si apoyamos o no, si entramos en un gobierno o no".

"No estamos contentos", resumió, para añadir a continuación que desde hoy mismo el BNG seguirá "trabajando" por Vigo. Resaltó su satisfacción por el hecho de que "la derecha no gobernará esta ciudad": "No nos vamos a ir del Concello de Vigo y yo le pido también a la candidata del PP que no se marche". Su intervención, en la que las caras de los candidatos que lo rodeaban reflejaban su estado por el batacazo sufrido, finalizó entre aplausos, gritos de "BNG" y abrazos.