No parten en las quinielas de la lucha por la Alcaldía, ni tampoco es esa aspiración. Esquerda Unida (EU-IU) y Unión Progreso y Democracia (UPyD) intentarán convertirse en una alternativa para los ciudadanos descontentos con las principales opciones políticas, tanto de izquierdas como de derechas, con el objetivo de alcanzar representación en la próxima corporación municipal que salga de las urnas el próximo día 22.

El candidato de EU-IU, Rubén Pérez, es consciente de que están ante una gran oportunidad por el desgaste que sufren los gobiernos socialistas tanto a nivel estatal, con Zapatero, como local, con Caballero. "Tenemos buenas sensaciones por lo que nos transmite la gente por la calle, que también se ve reflejado en las encuestas. Sabemos que hay mucha gente descontenta con el gobierno bipartito [de socialistas y nacionalistas en Vigo], cansados de los proyectos personalistas de Caballero, y que encuentran en nuestro partido una alternativa basada en la defensa de los valores tradicionales de la izquierda", apunta.

Por su parte, el aspirante a la Alcaldía por UPyD, Pedro Larrauri, se muestra convencido de que darán la sorpresa en las urnas. "Somos la opción política que más sube en expectativa de voto y ya en las últimas autonómicas fuimos el cuarto partido más votado tanto en Vigo como en Galicia", destaca Larrauri, que pese a carecer de los medios económicos y la atención mediática de las principales formaciones, se muestra convencido de que conseguirán representación. "Somos la principal opción para los vigueses que están cansados de las mismas caras, un voto útil para controlar a los políticos municipales más preocupados de las peleas entre ellos que en buscar lo mejor para la ciudad. Nuestro compromiso es la defensa de los intereses de los vecinos, acabar con el enchufismo y el amiguismo en la política, y la total transparencia de la gestión municipal", afirma.

La falta de medios económicos no será un obstáculo para estos dos partidos, que compensarán una campaña con menos repercusión mediática con el contacto personal con los vecinos en los distintos barrios de la ciudad. "Para nosotros uno de nuestros pilares es la participación ciudadana, hablar con los vecinos y explicarles nuestro proyecto, centrado en los principales valores de la izquierda. Para que se hagan una idea, todo nuestro presupuesto electoral puede ser lo que al PSOE le cuesta una de esas grandes vallas publicitarias que vemos por la ciudad, un derroche publicitario que en tiempos de crisis no se entiende", indica el candidato de Esquerda Unida.

Los mismos argumentos los utiliza el cabeza de lista de Unión Progreso y Democracia. "No tenemos vallas publicitarias ni centramos la atención de los medios, pero convencemos en el trato personal con los vecinos con nuestros argumentos. Somos sus representantes y si nos votan es para resolver sus problemas, no para defender unas siglas", puntualiza Larrauri.