La recta del Meixoeiro de la autovía A-55, que une Vigo con Porriño fue escenario de una colisión frontal a causa de que uno de los vehículos implicados circulaba en sentido contrario. El hecho ocurrió sobre las seis de la madrugada del sábado. Un BMW color blanco arrolló de frente a un camión furgoneta que transitada en sentido hacia Vigo por el carril de la derecha.

El conductor del turismo, natural de Redondela, fue detenido por las fuerzas del orden por un presunto delito contra la seguridad vial. La detención se llevó a cabo por un policía local de Porriño y por dos guardias civiles, todos ellos fuera de servicio, que circulaban en otro coche en sentido hacia Vigo y que fueron los primeros que se percataron de la actitud del joven.

Según relató a FARO uno de los agentes que intervinieron en el caso, nos dirigíamos hacia Vigo a recoger una bufanda que se nos había quedado olvidada en un local donde habíamos estado. Al llegar a la recta del Meixoeiro, nos dimos cuenta de que venía hacia nosotros un coche en sentido contrario; nos orillamos a la derecha para no colisionar y le hicimos señales con las luces del coche, pero no prestó atención".

Inmediatamente después, el infractor colisionó contra el camión furgoneta. Éste, a causa del impacto, se detuvo a unos 200 metros de donde se produjo el choque. Como consecuencia se destrozó una de la vallas de cemento que separan los carriles de la autovía de la calzada de servicio de la zona, próxima al campo de fútbol del Meixoeiro.

Los agentes de paisano descendieron de forma inmediata del vehículo que ocupaban y mientras uno de ellos colocaba señales de advertencia para evitar que hubiese nuevas colisiones –el BMW había quedado en el carril izquierdo de la calzada– los otros dos se dirigían hacia los vehículos siniestrados por si hubiese heridos. Sí lo estaban las dos personas que viajaban en el camión –tuvieron que salir por una ventanilla ya que las puertas estaban atascadas–, que fueron trasladadas a un centro hospitalario, aunque ninguna de ellas en estado grave.

Por su parte el joven que conducía el vehículo que provocó el accidente bajó por su propio pie del mismo y, en un primer momento, intentó darse a la fuga. Sin embargo, dos de los agentes, tras identificarse como policías, procedieron a su detención. Del atestado se encargó una patrulla que llegaba en ese momento a la zona, ya que había sido alertada por otros conductores que se habían encontrado de frente por el coche que iba en sentido contrario.

"Se le realizó la prueba de alcoholemia al conductor detenido y dio positivo, aunque no en una cantidad excesiva", manifestó uno de los agentes que intervinieron.

Según su propio testimonio el BMW circulaba a una velocidad excesiva, algo superior a los 100 kilómetros por hora, cuando esa zona está limitada a 80 kilómetros por hora.