La negociación entre la Consellería de Infraestructuras y el Concello de Vigo para poner en marcha el plan de transporte metropolitano continúan paradas. Desde hace meses que ambas instituciones no logran alcanzar un acuerdo sobre un asunto que ya resolvieron las principales ciudades de Galicia, como Santiago, Ferrol y la última, A Coruña.

La Xunta autorizó ayer el convenio con la ciudad herculina que permitirá el funcionamiento de un plan de transporte metropolitano antes de finalizar el año y que beneficiará a una población de 400.000 habitantes de diez municipios, quienes ahorrarán en sus viajes en torno a 600 euros anuales. Este sistema implica la creación de una tarjeta con la que los usuarios se podrán beneficiar de descuentos y de la gratuidad de los transbordos en autobuses.

Dicho acuerdo obliga a la Xunta a sumir el 80% del coste de los descuentos a los usuarios, y a los concellos, el 20% restantes.

Según fuentes autonómicas, los criterios de financiación para la puesta en marcha de un plan de transporte metropolitano, independientemente del área urbana beneficiada, "son iguales para todos". Con esta aclaración indican por dónde van las discrepancias del Gobierno vigués, que a juicio de estas fuentes, pretenden un trato diferenciado. En este sentido, desde la Alcaldía insistieron ayer en su interés por implantar ese plan de transporte, pero no está dispuesta a aportar la cantidad exigida. "No puede pagar el ayuntamiento de Vigo lo que la Xunta no quiere pagar", alegan desde Praza do Rei.

El Ejecutivo gallego prevé firmar en los próximos meses convenios similares a los de Coruña con Pontevedra y Lugo.