Un veredicto de la báscula. Los resultados del primer estudio antropométrico de la población infantil de Vigo constatan que un 11,5% de niños y un 18,9% de niñas ya son obesos en edades comprendidas entre los 12 y los 16 años. Un equipo de doce personas de la Concejalía de Sanidade, la Unidad docente de medicina familiar y comunitaria y el centro de salud de Matamá han elaborado un informe para prevenir y detectar una de las primeras causas de los problemas cardiovasculares en adultos: el sobrepeso (en Vigo, un 15,8% de las estancias hospitalarias se deben a esta patología).

Hasta la fecha las referencias eran provinciales o autonómicas, por lo que se trata de la primera "radiografía" que sirve para establecer la problemática en el momento actual y circunscrita al Concello de Vigo. Mientras preparaban el estudio, los médicos advirtieron al menos tres casos de anorexia confirmados en institutos y otros con problemas de alimentación. "Están subiendo mucho los índices por los extremos, eso lo confirmamos. Pero también de anorexia; es decir, por los dos picos", asegura el nutricionista Óscar Carballada.

Comparados con la media gallega, los datos evidencian que la tasa de obesidad femenina en edad infantil supera en casi seis puntos a ésta, mientras que la de varones se sitúa tres puntos por debajo.

Trece centros

Las mediciones realizadas durante el curso en trece centros educativos a 577 alumnos –participaron públicos y concertados de la ciudad– ya tienen un resultado: Las diferencias se agudizan. Aunque la mayoría de los niños tienen un peso estándar a su estatura, existe un repunte de casos de mayor gordura en edades tempranas. Con 12 o 13 años, son más los niños que sufren obesidad, pero a medida que crecen, "quizás por las hormonas", explican médicos, las mujeres van ganando más peso.

La evaluación es alentadora, como contrapartida, para un 88,% de los niños de 1º a 4º de ESO y un 80,1% de niñas, cuyo peso es "normal". Los médicos aún están finalizando los análisis, tras lo que enviarán los resultados a los centros educativos. Una vez que los padres comprueben las analíticas, si quieren hacer un seguimiento del alumno, pueden dirigirse a la oficina del Plan Salud del Concello o a su centro de salud para implicarse en una más correcta nutrición del menor.

En lo que se refiere al modus operandi, los expertos midieron hasta siete pliegues de distintas partes del cuerpo de los niños: tricipital, bicipital, subescapular, suprailíaco anterior, abdominal, pectoral y del muslo anterior y medial de la pierna. Del mismo modo, la Concejalía de Sanidade ya dispone de datos de los diámetros óseos de los alumnos consultados (radio, húmero y fémur) y de perímetros de brazos, caderas, cintura, cabeza, muñeca y pierna.

"La prevalencia de la obesidad, especialmente en la infancia donde alcanza cifras alarmantes, y su tendencia ascendente durante las dos últimas décadas han hecho que también se afiance en España el término de la obesidad epidémica", refleja la web del Ministerio de Sanidade.