Iván Rodríguez Arós comenzó estudiando Biología, después del primer curso se decantó por Bellas Artes y ahora reúne ambas disciplinas en su ocupación profesional. Un trabajo en 3D para una ex compañera de clase que circuló por toda la facultad le puso en contacto con el grupo de Ecología y Evolución de Plantas y ahora, después de dos años de estrecha colaboración, está a punto de trasladarse al campus para dedicarse a la divulgación científica a tiempo completo.

El grupo que dirigen los profesores Luis Navarro y José María Sánchez está convencido de que entre sus responsabilidades, además de la publicación de artículos científicos, figura la de acercar la ciencia al público en general. Dentro de su pionera iniciativa "Divulgare", los biólogos e Iván Rodríguez ya han elaborado tres vídeos en 3D disponibles en varios idiomas en la página web del equipo, donde también aparecen animaciones interactivas y un apartado en el que explican sus resultados de forma sencilla y apoyados en imágenes.

"Es un camino inexplorado y muy interesante. Al grupo le parecía vital dar a conocer sus investigaciones y transmitir a la opinión pública la importancia de nuestros ecosistemas. Tuvimos que empezar de cero porque estas relaciones multidisciplinares resultan extrañas dentro de la Universidad", reconoce Iván.

Su primer vídeo, con el que ya pusieron "el listón alto", se centraba en los peligros de una especie invasora como el mejillón cebra. El segundo trabajo, en colaboración con el Intecmar, explicaba las ventajas de la utilización de boyas de deriva en el seguimiento de vertidos marinos.

Y el más reciente y laborioso tiene como protagonista a uno de los lagartos que habitan en el Parque Nacional Illas Atlánticas y pretende explicar la importancia de estos reptiles en la supervivencia de numerosas plantas silvestres.

El grupo ha diseñado un esquema operativo en el que trabajan codo a codo y que pretende reducir costes, ya que un vídeo de tres o cuatro minutos supone un desembolso de entre veinte mil y treinta mil euros. "Ahora mismo, hacer documentales más largos en alta definición es impensable, por eso una de las dificultades que tenemos es la de condensar la información", apunta Iván Rodríguez.

Dado lo insólita de esta colaboración no existen subvenciones específicas, por lo que los científicos deben invertir parte del dinero que reciben para sus investigaciones.

Las grandes empresas tecnológicas o de automoción cuentan con sus propios equipos creativos, pero entre los grupos de las universidades lo habitual es que contraten a un diseñador sólo puntualmente.

Frente a este planteamiento, Rodríguez y los biólogos han iniciado una nueva senda: "Cuando hay una ruptura entre la investigación y la elaboración del vídeo se corre el riesgo de no poder monitorizar la producción y de que ésta carezca de rigor. Yo no puedo entender todo lo que hacen, pero estoy al tanto de sus investigaciones y hacemos todo en el mismo pack".