Vuelta a los orígenes. El yacimiento de O Castro abre hoy al público después de ocho meses de excavaciones y un completo trabajo de musealización que incluye la reconstrucción de tres edificaciones castreñas ambientadas para recrear las condiciones de vida de los antiguos pobladores. Vigo recupera con esta actuación "parte de su historia", en palabras del teniente de alcalde, Santiago Domínguez, y uno de los poblados castreños más amplios y urbanísticamente evolucionados de Galicia y de todo el noroeste peninsular.

Son más de 1.800 metros cuadrados de yacimiento que se completan con una zona de reserva de más de 2.000 a la que podrían extenderse los trabajos de excavación en el futuro. Los restos recuperados son sólo una pequeña parte del poblado original, que ocupa la práctica totalidad del monte. El equipo de arqueólogos de Terra Arqueos, responsable del proyecto, considera que este conjunto castreño puedo considerarse una especie de protociudad u oppidum, como se denomina a los asentamientos de gran tamaño que jugaron un papel central en la coordinación de su territorio.

Abandonado durante años, el yacimiento vigués estaba muy deteriorado y fueron necesarios ocho meses de trabajo para ponerlo a punto y mostrarlo a los ciudadanos. Por los datos disponibles, los investigadores estiman que fue habitado entre el siglo I. a.C. y el III d.C, cuando los habitantes empezaron a mudarse al borde litoral. Patrimonio Histórico invirtió un millón de euros en su restauración procedente de los fondos del Plan E.

"Queremos que el yacimiento se convierta en un punto de visita obligada en la ciudad", subrayó Domínguez, "realmente impresionado por el trabajo serio y riguroso de todo el equipo de arqueólogos y de los técnicos municipales". Alabó especialmente la ambientación interior de las viviendas y el almacén, que convierten al yacimiento vigués en el "único" de Galicia que alcanza tal nivel de detalle, con la recreación de los interiores de las pallozas. Están perfectamente equipadas con instrumentos de trabajo, pieles y vasijas de cerámica. Tienen hasta cinco metros de altura y los tejados son de paja de centeno.

Se trata de uno de los proyectos de mayor inversión del pasado año en la ciudad, por lo que se ha decidido vallar el recinto con un cierre metálico transparente que proteja los restos sin impedir su integración en el parque. El Concello instaló además cámaras de videovigilancia que funcionarán las 24 horas del día.

La intención del gobierno local es que el poblado de O Castro se convierta para vigueses y turistas "en una sala más del museo Quiñones de León" y con este fin lo incluirá de inmediato en el Plan de Competitividade Turística. Su difusión se completará con una intensa campaña de promoción por colegios, residencias de mayores y asociaciones vecinales y culturales.

La coordinadora del proyecto museológico y museográfico, Matilde González, guió ayer la primera visita por el recinto destacando el de Vigo como "un asentamiento muy evolucionado urbanísticamente", tal y como demuestran los restos de una pequeña red de canales que pudieron servir para realizar algún tipo de manufactura que no se ha podido precisar al perderse el final de las canalizaciones por debajo de las viviendas de la calle Cronista Xosé María Álvarez Blázquez.

Otra de las sorpresas para los arqueólogos fue la aparición en la parte alta del asentamiento de una edificación dividida en tres estancias y con entrada de agua que debió hacer las funciones de casa de baños o de primitiva sauna. Por su estructura en pendiente y muy próximo a la ciudad, la arqueóloga detalló durante la inauguración que el yacimiento se encontraba "arrasado" y por este motivo se reconstruyeron parte de los muros de las viviendas originales.

Salvo las tres construcciones recreadas en su totalidad, los restos de las más de 20 edificaciones del poblado son reales. Los visitantes podrán recorrer este nuevo museo al aire libre gracias a la pasarela de madera que los guiará por todo el perímetro, en el que se encontrarán también con una maqueta en relieve para invidentes. El proyecto se completa con carteles informativos por O Castro y las siluetas de antiguos pobladores diseminadas por el parque para dirigir a los usuarios hacia la zona del yacimiento.