Su equipo de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III en Madrid, que integran cincuenta profesionales, es el segundo grupo mundial en investigación sobre VIH/sida, reconocido por la “Channel Media Group”, con sede en Canadá -especializada en marketing de ciencias de la salud-. El servicio cuenta con cerca de 2.600 pacientes con VIH en seguimiento, lo que sitúa al centro entre los mayores de España. Ayer visitó Vigo para intervenir en el curso sobre “Biología molecular para clínicos VIH y hepatitis”, que coordinan varios hospitales gallegos y en Vigo, el doctor Luis Morano. En las ponencias suenan nombres de toda Galicia, pero también de Oporto y Coimbra.

- Un estudio francés decía recientemente que la mayoría de las mujeres con VIH son infectadas por sus propias parejas. ¿Existen aquí estudios similares?

-Si, existen estudios. Y lo que nos dicen es que una de las mejores maneras de prevenir el VIH es dar tratamiento retroviral a la persona infectada. Si se pone a tratamiento, apenas tienen riesgo de transmitir el virus a sus parejas. Nos ocurre a los médicos de ahora, que algunos pacientes de cierta edad te preguntan si pueden tener familia, tienen pareja estable y se plantean hijos. Hoy hay estudios suficientes que avalan que con virus indetectable (baja carga viral) en el semen y bien las defensas, tratado con retrovirales, el riesgo de transmisión si se toman precauciones, es mínimo. Y muchas de estas parejas tienen hijos. Nos llegan parejas discordantes, que quieren ser padres y tenemos un equipo que se dedican a aserorarlo; vienen hasta de Sudamérica. Si se toman precauciones, el riesgo de transmisión es muy bajo y muchas tienen hijos. El caso que usted dice de Francia son inmigrantes y si la pareja es promiscua, la desgracia es cuando uno no lo sabe.

-¿Cuál es el pronóstico actual de vida y de calidad de vida de los pacientes que tienen hepatitis C y VIH?

-Era una prioridad probar nuevos fármacos, porque sólo había una tratamiento, pero desde hace uno o dos años se están evaluando antivirales contra el virus C. En la actualidad hay varios ensayos clínicos, uno de ellos comenzará el mes que viene en España, con telaprevir, uno de estos nuevos antivirales. Esperamos que con la combinación triple obtengamos mejores tasas de respuesta. Es muy importante, porque la hepatitis C supone un problema serio para nuestros pacientes. El VIH lo tenemos controlado, pero se nos mueren del hígado.

-¿Se estrenará el mes que viene?

-Se va a evaluar en ensayos clínicos y comienza el mes que viene.

-¿Cuál es el papel de los métodos de biología molecular?

-El mensaje es que las técnicas de diagnóstico de las hepatitis han ido cambiando. Antes nos basábamos en la biopsia hepática, en las transaminasas, pero en los últimos años ha habido una revolución en biología molecular. Tanto en la hepatitis crónica B como C, basamos la monitorización en la biología molecular. Es decir, los parámetros principales son los genotipos y la carga viral. Una vez hemos iniciado el tratamiento, en la selección de resistencias. Es como sabemos a quién tratar y cómo y si está respondiendo al tratamiento.

-¿Qué es resistencia?

-Lo mismo que ocurre con los antibióticos. Los genotipos son variantes del virus, A,B,C... Algunos responden mejor al tratamiento. Saber qué variante es la de cada uno de los pacientes es fundamental para saber si se puede curar o no saber qué variante del virus es.