Las nuevas restricciones al disfrute público de las islas del Parque Nacional irán más allá del recorte en el número de visitantes transportados por las navieras. En aras de una mayor protección del delicado ecosistema insular, el borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) también establece límites al fondeo de embarcaciones, sean particulares, alquiladas o fletadas por empresas especializadas en paseos turísticos. En Cíes se propone un límite de 250 barcos fondeados al día, y en Ons, de 100.

Hace tres años que Parques exige a todas las embarcaciones una autorización para navegar y fondear en sus aguas. Pero parece que estos requisitos no garantizan una idónea conservación medioambiental, por lo que el futuro PRUG –adelantado ayer por este periódico y que comenzará a debatir el Patronato del Parque el 3 de diciembre– tratará de corregir este error imponiendo un máximo de barcos fondeados al día y sólo en las zonas permitidas para ello. En Cíes, esas 250 embarcaciones pondrán bajar el ancla frente a las playas de Rodas, Nosa Señora y San Martiño, mientras que en Ons, las 100 deberán repartirse por las zonas de Dornas-Castelo y Melide. Y en ningún caso se permitirá "la pernocta de buques con wc sin tanque intermedio".

"Cíes y Ons llegan a superar ese número de barcos fondeados, y había que imponer cifras razonables", argumentan miembros del Patronato.

Reacción desigual

Por otro lado, las principales navieras que explotan la línea marítima a las islas protegidas valoraron ayer de forma muy diferentes los recortes de visitantes: en Cíes, de 2.200 a 1.500 diarios, y en Ons se quedará en 1.200. La empresa Mar de Ons reconoció ser "consciente" de que el acceso a las islas deben regularse y que la reducción "será en beneficio del Parque". "Lo que hará siempre la empresa es adaptarse a las circunstancias", añadieron fuentes de la compañía. Por contra, para Nabia, la naviera incorporada el año pasado a la línea a Cíes pero que también opera los viajes a Ons, ve como "una discriminación" para la isla perteneciente al municipio de Bueu que por primera vez se limiten las visitas a 1.200 diarias. Su gerente, María Jesús Acuña, se pregunta "por qué razón a Ons se le asigna un cupo menor que a Cíes cuando tienen la misma superficie y está dotada con más servicios para atender a los visitantes". Además, asegura que el máximo de personas que trasladaron un día en verano fue de unas 1.800, y "nunca se llegaron a las cifras de Cíes". Por tanto, reclama igual cupo para Ons que para Cíes.

El camping de Cíes es otro de los servicios que sufrirán limitaciones. El borrador del PRUG propone reducir a la mitad sus 800 plazas. Su propietario, Emilio Fernández Monzonís, comprende las razones que motivan esa reducción, aunque la considera "excesiva". Su intención es convencer al patronato de que sitúe el límite entre 500 y 600 plazas, "o al menos en un porcentaje similar a la rebaja de visitantes que pueden trasladar las navieras".