El Concello pretende zanjar con una obra de mejora de la red de saneamiento "en interés de la ciudad" valorada en 60.000 euros el conflicto con la federación vecinal por lo cobrado en exceso por la concesionaria del servicio de abastecimiento de aguaal aplicar, desde el 30 de noviembre de 1992 y durante tres años, la tarifa más cara en los consumos establecidos por tramos. Lo recaudado indebidamente puede rondar el millón de euros.

El pasado 22 de septiembre, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia notificó al Concello un auto en el que daba cuenta de que no se había cumplido lo ordenado para constituir, "en el plazo de un mes y bajo la responsabilidad directa del alcalde, una comisión en la que debe estar presente la federación vecinal, la concesionaria y el propio Concello para llegar a un acuerdo para la devolución de las cantidades indebidamente cobradas y los intereses correspondientes."

En ese mismo auto se apercibía al alcalde de la posibilidad de multas coercitivas por considerarlo responsable de tal incumplimiento y fijaba un nuevo plazo de un mes, que está a punto de cumplirse, para acatar lo ordenado.

Al día siguiente, al mismo tiempo que el alcalde anunciaba que había ordenado a a la concesionaria que liquidase la deuda, los servicios jurídicos del Concello interponían recurso de súplica alegado que el citado auto no era conforme a derecho y pidiendo que dé por ejecutada la sentencia "porque no existe por parte de esta Administración municipal propósito de eludir los mandatos jurisdiccionales".

En sus alegaciones, los juristas del Concello insisten en la imposibilidad de determinar individualmente a los abonados a los que se les cobró en exceso "ya que la concesionaria manifestó que carecía de datos de facturación individual". Hasta ahora se han devuelto cantidades a mil abonados, "pero en aquella etapa el número total superaba con mucho los 83.000".

Señalan también que "se debe tener en cuenta que de la totalidad de los abonados, sólo una pequeña parte supera la tarifa mínima "y los que lo hacen, o bien son industrias o titulares de viviendas unifamiliares con finca, cuyos consumos superiores a lo normal se explican por las necesidades de agua para regar las fincas o llenar las piscinas que puedan existir en ellas".