El gobierno local busca un plan B, una alternativa para no perder la inversión del Gobierno central para ubicar la Biblioteca del Estado. Ante la demora de los informes técnicos sobre el edificio de la Escuela de Artes y Oficios, el Concello se ha visto obligado a presentar un emplazamiento opcional al Ministerio de Cultura: el Auditorio en Beiramar. La Abogacía del Estado analiza actualmente la documentación remitida por la gobierno local para determinar si es legal combinar en un mismo inmueble usos municipales y estatales, pues la propuesta realizada desde Vigo supondría compartir el edificio para biblioteca y Palacio de Congresos.

“El 6 de julio se hizo el ofrecimiento formal del edificio de Beiramar”, confirmaban el viernes fuentes del ministerio de Ángeles González-Sinde. Como en el caso de Artes y Oficios por las condiciones del legado de García Barbón, este segundo inmueble también entraña cierta complejidad legal, “ya que sería necesario hacer una concesión, que es lo que están valorando los letrados del organismo”, explican desde Madrid.

La proposición por lo tanto está siendo sometida a un doble análisis, legal y técnico, que es el que realizan técnicos de la Gerencia de Infraestructuras del Ministerio de Cultura, los mismos que se trasladaron el 19 de junio a Vigo para estudiar las condiciones y planimetría completa de la Escuela de Artes y Oficios.

El grupo de gobierno espera desde entonces el informe oficial que determine si el edificio de García Barbón es apto o no para ubicar esta infraestructura. Desde el ministerio insisten en que “a día de hoy se estudian ambas ubicaciones, sin que esta nueva opción haya supuesto el renunciar a la primera”. El gobierno local formuló la segunda propuesta para ganar tiempo ante una hipotética negativa, que podría explicarse por la oposición de los alumnos y profesores del centro y una eventual necesidad -que el gobierno niega- de revisar la titularidad del inmueble, cedido a la ciudad en 1904 para destinarlo a la formación gratuita “del obrero y la mujer”.

Sin mucho margen de tiempo

El regidor vigués, Abel Caballero, sostuvo desde el primer momento que convertirlo en biblioteca estatal respetaba el legado de García Barbón y se comprometió a trasladar Artes y Oficios a un nuevo emplazamiento en el centro. La antigua Universidad Popular fue siempre su primera opción, pero la necesidad de encontrar ubicación cuanto antes para iniciar los trabajos ha forzado la búsqueda de más posibilidades.

La de compartir el Auditorio Palacio de Congresos podría ser desde el punto de vista técnico más sencillo, ya que el edificio está en marcha y las obras deben concluir en 2011, fecha en la que la biblioteca estatal debiera estar ya en funcionamiento. El Concello no tiene mucho más margen temporal, ya que retrasar los trabajos de pondría en peligro la inversión del departamento de Cultura.

El anuncio de la nueva biblioteca lo realizaron hace ya dos años Caballero y el ex ministro César Antonio Molina. Desde entonces ambas administraciones no han hecho avances, con lo que la ciudad habría perdido 150.000 euros de la primera anualidad y 1,3 millones el segundo año, según cálculos denunciados por el grupo municipal del Partido Popular.

Un inmueble de 13.500 m2, hotel y zonas comerciales

Una de las claves para compatibilizar los usos como Palacio de Congresos y biblioteca será reajustar los espacios. Con la obra ya en marcha, no parece viable introducir modificaciones de calado en el proyecto a nivel estructural, aunque por su amplitud -50.000 metros cuadrados para todo el complejo- podrían realizarse ajustes en cuanto a la distribución de huecos. Tras los últimos cambios, el Auditorio se inició el 23 de septiembre en una parcela de 42.000 metros cuadrados sobre la que ejecutar un Auditorio de 13.500.

Además de un escenario de 550 m2 y capacidad para 1.500 butacas, en el proyecto se reservan otros 5.800 de superficie comercial, 4.600 de oficinas y hasta espacio para que la adjudicataria, sociedad liderada por Sacyr y Caixanova, construya un hotel de cuatro estrellas y un aparcamiento al que se entrará por Jacinto Benavente.

Dadas las dimensiones de la obra, sería posible ganar algunos metros para encajar el proyecto promovido desde Madrid. Seis mil metros es la superficie útil de la biblioteca del Estado en Santiago, la última construida en Galicia hace dos años y 7.000 tiene la también recientemente construida en Melilla. En el caso de Vigo, el alcalde habló en su día de la necesidad de entre 3.000 y 4.000 metros, a los que habría que buscar hueco en Beiramar, de no salir bien la opción de Artes y Oficios.