La empresa concesionaria de la recogida de basura accedió ayer a última hora a la exigencia del Concello de convocar a sus trabajadores para buscar una salida a la huelga, que dejó ayer 350 toneladas de residuos sin retirar en la calle y que llegará a las 700 durante esta jornada si, como está previsto, continúa el paro. La patronal anunció a los empleados, pasadas las diez de la noche, su decisión de reunirse con ellos hoy por la mañana en las oficinas de la FCC, en la calle Tarragona.

La concejala de Limpieza, Raquel Díaz, apremió ayer por segunda vez a FCC para que se reuniera con el comité de empresa y buscara una salida al conflicto laboral. La misma petición se la realizó a los sindicatos, que recibieron la oferta de negociación en el último momento. “Eran ellos los que nos tenían que llamar. Agradecemos la intervención del Concello y estamos dispuestos a sentarnos a hablar, pero el primer paso le correspondía a FCC, y ya lo ha dado”, explica Rufino Santalices, presidente del comité de empresa.

Si las dos partes no llegan a un acuerdo, el problema de higiene en las calles de Vigo se agravará hoy coincidiendo con la llegada de los primeros barcos del Desafío Atlántico. En los contenedores de residuos orgánicos, que rebosaron ya ayer de basura, ya no hay espacio para más desperdicios y éstos comenzará a acumularse a pie de calle a lo largo de la jornada de hoy si no se encuentra una salida a la huelga.

“Es muy negativo que finalmente hayamos llegado a esta situación, sobre todo en un momento de crisis como el actual. La ciudad no tiene por qué soportar y pagar las consecuencias de esta huelga”, recrimina la concejala de Limpieza.

Los sindicatos aseguran que el cien por cien de la plantilla, formada por 370 empleados, secundó el paro; además, garantizan que los servicios mínimos se cumplieron ayer y se mantendrán durante la jornada de hoy. Lo recogida de basura la realiza un retén de cuatro trabajadores en cada uno de los tres turnos; por la mañana habrá dos vehículos que acudirán a retirar los residuos en colegios, ambulatorios y centros de la tercera edad. Por la tarde, otro camión se encargará de los mercados de abastos.

Rufino Santalices asegura que el compromiso de la concejala de Limpieza -con la que se reunieron los representantes de los tres sindicatos ayer por la mañana tras manifestarse pacíficamente en la lonja del Ayuntamiento- es el de que el Concello “se implicará en la resolución del problema hasta dónde la ley se lo permita”. Por el momento, lo único que hizo el Gobierno local es exigir a las dos partes que se reúnan. El presidente del comité de empresa de FCC recuerda que la ampliación del servicio con un aumento de la plantilla que permita al personal descansar los fines de semana -uno de los motivos de la huelga- compete al Concello.

Los trabajadores amenazan con incrementar su presión

El primer día de huelga de los trabajadores de la recogida de basura, que comenzó ayer a las seis de la madrugada, se desarrolló sin incidentes, aunque los responsables sindicales advierten que su presión aumentará si no obtienen un acercamiento por parte de la empresa. “No queremos perjudicar a los ciudadanos. Nosotros somos los menos interesados en ir a la huelga, pero si tenemos que ejercer más presión con otro tipo de manifestaciones, lo haremos”, avanza Rufino Santalices.

Los empleados se manifestaron con una pancarta ayer por la mañana frente a las puertas de las oficinas de FCC, en la calle Tarragona, donde algunos manifestantes tiraron desperdicios en la entrada del edificio en señal de protesta.

A la una de la tarde se trasladaron al Concello y se manifestaron en el interior de la lonja, también pacíficamente. El edil de Seguridad, Xulio Calviño, recibió a los trabajadores e invitó a los representantes sindicales de CC OO, UGT y CIG a reunirse con la edil de Limpieza, Raquel Díaz, y el concejal de Promoción Económica y Empleo, Santos Héctor. “Fue un primer encuentro positivo, afirma Rufino Santalices.

Movilizaciones

Los empleados volverán a celebrar hoy una asamblea en la nave de la empresa y continuarán sus movilizaciones durante toda la jornada a expensas del resultado de las negociaciones que tendrán con la patronal a partir de las diez de la mañana.

Los trabajadores insisten en que no aceptarán la oferta actual de la empresa que, a su juicio, supondría bajar los sueldos “entre un siete y un diez por ciento” dependiendo de las categorías; y tampoco el “incumplimiento” del convenio sobre su jornada laboral, que refleja su libranza todo el fin de semana, pero denuncian que se les “obliga” a trabajar los sábados.