El joven A.M.S., de 21 años de edad, denunció ante la Policía Nacional al portero del pub Quomo, sito en la calle Alfonso XIII, por agredirle a las puertas del local la madrugada del pasado sábado. Este estudiante vigués asegura que el vigilante le propinó "patadas y puñetazos en todo el cuerpo" sólo por preguntarle por qué no dejaba acceder a la discoteca a sus dos amigos. Sin embargo, la dirección del pub niega tajantemente las acusaciones del joven y desvincula a sus empleados de la reyerta. "La Policía Nacional no identificó a nadie del personal; si alguno hubiese participado en esa supuesta agresión, me lo hubiesen dicho", dice convencido.

Los hechos se produjeron en torno a las 4.30 horas cuando A.M.S., en el interior de la discoteca, salió por una de las puertas del local de copas, la de Alfonso XIII, ante la llamada telefónica de uno de sus amigos, que se encontraban en el exterior del Quomo, donde, al parecer, el portero no les permitía entrar al pub. "Muy educadamente me dirigí a él y le pregunté por qué no podían pasar; me dijo que eso no me importaba, que me fuese a mi puta casa; yo seguí insistiendo y llamó a un compañero", relata el joven agredido, quien asegura que, sin mediar palabra, le dio un puñetazo en la cara que le tiró al suelo. "Me cubrí, allí tirado, y empezó a golpearme con patadas por todo el cuerpo", prosigue. Cuando consiguió levantarse, llamó al 091.

Desde la dirección del Quomo no dan crédito a los sucedido. "Esto no sólo perjudica nuestra imagen, sino la de todos los locales de la zona, que es muy tranquila", consideran. El propietario señala que la versión del joven que denunció la agresión "no es lógica". "Tenemos dos puertas, una de entrada, en la que siempre hay un portero y que da a Santiago de Vigo, y otra, donde dice el chaval que sucedieron los hechos, que es de salida y normalmente allí está alguna camarera sólo para indicar a la gente que no se puede acceder al local por allí", explica. "Además, esa noche no había nadie", matiza.

La única posibilidad que encuentran a la supuesta paliza que le dieron al joven, "es que haya sido protagonizada por otro cliente en la puerta del Quomo, pero nunca por un portero. Es absurdo. Ellos saben que cuando hay alguna pelea deben llamar a la Policía, no pueden actuar".

Por su parte, el joven estudiante de Peritos se trasladó en torno a las cinco y veinte de la mañana a Urgencias del Hospital Xeral para que lo examinasen. "Tenía dolores en la cara, espalda, cadera y en una rodilla", aclara. El parte médico confirma las lesiones de las que informa el agredido, que acudió esta misma semana a su traumatólogo para hacerle una revisión. El facultativo le envió a un tratamiento de rehabilitación durante quince días en su rodilla izquierda y en la columna.

"Algún tipo de interés"

La dirección del pub Quomo no entiende la posición del denunciante. "Nosotros no sabíamos ni que había puesto una denuncia; en veintiocho años que llevamos con numerosos negocios abiertos nunca hemos tenido ningún problema de esta índole; este chico tiene que tener algún interés en manchar nuestra imagen", expresa el propietario del local.

No descarta que las acusaciones que ahora se dirigen hacia uno de los porteros del Quomo "puedan algún día ser reales". "Si ocurriese, pues das la cara y vas al juzgado". "Además, ¿por qué iba a pegarle por preguntarle por sus compañeros, y qué hacían sus amigos mirando mientras le pegaban?", se pregunta el dueño del local, víctima o verdugo de una misma historia con dos versiones totalmente contrapuestas.