Noemí y Puri, dos jóvenes vecinas de Vigo fueron el pasado viernes por la tarde, ya casi anocheciendo, las protagonistas de un singular suceso. Ambas capturaron a un exhibicionista y se lo entregaron a una patrulla de la Policía Local (092) a la que la primera de ellas, mientras lo perseguían, llamó desde su teléfono móvil en tres ocasiones.

El detenido, que responde al nombre de Rafael D.D.V., de 45 años de edad, natural de la localidad ourensana de Leiro, pero avecindado en Vigo, estaba oculto entre unos matorrales del paseo del río Lagares, a la altura del Colegio Público de Balaídos. Noemi y Puri, como otras personas, algunas con perros, y varios menores, que por este lugar paseaban, fueron testigos de la presencia del exhibicionista y de lo que hacía sin ningún recato. Con el rostro casi oculto por una "braga" y una visera, tan sólo se le podían ver los ojos, comentaba una de las testigos, no cesaba en su provocación sexual.

Menores

Algunos menores que estaban por la zona lo vieron y echaron a correr. Noemí y Puri comenzaron increpándole a voces para que depusiera su actitud pero él, lejos de hacerlo, cruzó el río a través de un puente y desde el otro lado siguió masturbándose.

"Fue entonces cuando decidimos actuar", asegura Noemí. "Fuimos hacia él y al ver nuestra actitud salió corriendo. Con nosotras, en principio vino un señor que paseaba un perro, pero al poco rato, quizá extenuado, abandonó la persecución. Puri y yo decidimos continuar y durante unos dos kilómetros, a la carrera, tratamos de alcanzarle. Al final lo conseguimos en el Camino do Caramuxo, cerca de la planta de distribución de butano. Le echamos las manos, lo agarramos fuertemente y esperamos que llegara la patrulla de la Policía Local", relatan.

"Mientras esto ocurría el individuo nos suplicó una y otra vez que le perdonáramos, que estaba casado y que tenía familia, que no lo volvería a hacer", añadió una de sus perseguidoras. Minutos después llegaba la patrulla y se hacía cargo de él para trasladarlo posteriormente a la comisaría de López Mora.

"Hicimos lo que teníamos que hacer", dijo Noemí. "Esta gente comienza con exhibicionismos y después sabe Dios lo que pueden llegar a realizar", añadió. Ambas jóvenes, que decidieron denunciar el hecho, ya han declarado y lo harán de nuevo dentro de unos días ante el juez durante el juicio.