En la reordenación del mapa de titulaciones la Xunta ha fijado una matrícula mínima de veinticinco alumnos que no todas las filologías alcanzan.

- ¿En el diseño de los nuevos grados sienten la guillotina sobre sus cabezas?

- No. Me parece absurdo volver a triplicar las filologías veinte años después. Estoy de acuerdo con que se arbitren medidas y se racionalice el mapa, por eso nosotros estamos ilusionados en hacer una oferta que nos distinga. Queremos que Vigo sea un punto de referencia, puesto que A Coruña y Santiago impartirán las filologías de siempre, según lo que se ha aprobado hasta ahora.

- Bolonia implica movilidad y ésta requiere idiomas, ¿ayudarán a otras facultades?

- He ofrecido a la vicerrectora de Titulaciones incluir los idiomas en otros planes de estudio a través de materias optativas, pero sin éxito. Se ampara en un objetivo que me parece correcto, pero muy idealista, y es que algunas asignaturas se impartan ya en otra lengua. Hoy por hoy esto es una quimera porque no hay recursos humanos. Es una pena que no se aproveche el momento para hacer una remodelación. Será una carencia. Nadie debería ejercer una profesión sin una competencia mínima en otra lengua.