El Gobierno luso negó ayer que el coste previsto para la construcción del Tren de Alta Velocidad que unirá España y Portugal vaya a sufrir un incremento del 40%, en respuesta a un estudio presentado en el Parlamento Europeo.

La secretaria de estado de Transportes lusa, Ana Paula Vitorino, afirmó ayer que se mantienen los 8.000 millones de euros proyectados por la Comisión Europea en 2004 para las líneas que unirán la capital lusa con Madrid y Vigo, en este caso, a través de la línea de Oporto.

Vitorino respondió así a un estudio presentado el martes por el eurodiputado italiano Paolo Costa en el Comité de Transporte del Parlamento Europeo, que calcula el precio final de las conexiones de alta velocidad en 11.000 millones de euros, un 40 por ciento más de lo inicialmente presupuestado.

En su intervención en el Parlamento portugués en una sesión dedicada a esta materia, Vitorino aseguró que ese incremento no puede hacer referencia al proyecto portugués, ya que todavía no se comenzó la construcción de las líneas del AVE.

Por contra, la secretaria de estado indicó que la Red Ferroviaria de Alta Velocidad (RAVE) portuguesa ha logrado reducir el coste total estimado del proyecto a 7.100 millones de euros.