La dirección de En Marea aparcó de momento la activación de la consulta a sus bases sobre el futuro de la diputada Paula Quinteiro, que exhibió su credencial de parlamentaria en un altercado con la Policía Local de Santiago, y dirimir así el choque entre el máximo órgano del partido, que reclama su renuncia, y el grupo parlamentario, cuya amplia mayoría rechaza ese adiós. El portavoz Luís Villares descartó debatir el asunto en la reunión de la coordinadora celebrada esta tarde, a pesar de que la intención de un sector de la misma acudió con la intención de instar al Consello das Mareas a cuestionar a las bases, previendo el aval del propio Villares.

El lunes de la semana pasada, Villares se posicionó a favor de la dimisión de Quinteiro y le dio un plazo de una semana para que renunciase al acta y atajar la crisis interna abierta por la gestión del caso, que ha destapado los roces entre las diversas familias que componen En Marea.

Sin embargo, esta tarde frenó la discusión sobre la medida alegando que no estaba contemplada en el orden del día de la reunión, Además, señaló al Consello das Mareas, máximo órgano del partido, como el responsable de convocar esa consulta.

Tras conocerse el altercado de Quinteiro, la coordinadora abogó por su renuncia e instó al Consello a solicitársela, como así sucedió,

Con esta manioba, Villares gana tiempo para intentar frenar la crisis interna de En Marea. Podemos ya había anunciado su rechazo frontal a la consulta sobre su militante,