El Consejo de Ministros autorizó ayer las operaciones previas necesarias para que el tramo ferroviario de ancho convencional Taboadela-Ourense se transforme en alta velocidad de ancho internacional. En virtud de estas operaciones, se traspasará a Adif Alta Velocidad la titularidad del trazado, de 14 kilómetros de longitud. Este cambio obedece a que mientras no se construya la variante exterior, el AVE Galicia-Madrid entrará en Ourense por la vía actual, que es convencional, y de ahí que necesite una nueva calificación técnica para recibir el AVE. En todo caso, este tramo requiere una reconversión presupuestada en 104 millones de euros.