El revuelo causado por la oferta de venta del Pazo de Meirás, propiedad de la familia Franco, no ha afectado al presidente de la Xunta. Alberto Núñez Feijóo considera improbable que existan compradores interesados ante el proceso abierto en Galicia para expropiar la construcción, cedida bajo coacciones al dictador. "No sé cuánto de serio hay en esa propuesta [de venta], para mí muy poco. Dudo que alguen quiera comprar ese pazo cuando se esta estudiando su posible incorporación al patrimonio público", expuso tras el Consello semanal de su Ejecutivo.

Un portal inmobiliario ofrece el pazo situado en Sada (A Coruña) por ocho millones de euros. Al ser un Ben de Interese Cultural (BIC), la legislación no solo obliga a los dueños a abrir sus puertas al público al menos cuatro días al mes -mandato desobedecido por los herederos del dictador-, sino también a informar a la Xunta de su puesta en venta.

"No se puede vender sin notificárselo a la Xunta. Nosotros no tenemos ninguna notificación y, por tanto, no hay proceso de venta", expuso Feijóo, que no aclaró si se abrirá un expediente a los Franco, pues la legislación establece la obligación de informar de que se pone en el mercado. Antes de la venta, la Xunta tiene derecho de tanteo: puede comprar el pazo igualando la oferta del potencial comprador.

Feijóo reiteró que en septiembre se abrió el proceso para estudiar la recuperación del pazo para el patrimonio público a coste cero, cuestión que estudia un grupo de expertos. "En pocos días o semanas, en poco tiempo nos pueden dar una propuesta y se la pasaremos a la asesoría jurídica de la Xunta", acotó.