Si hay una reestructuración de la deuda autonómica y el Gobierno da más facilidades para la devolución de los préstamos, Galicia pedirá beneficiarse y además el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió que reclamará "equidad" en las condiciones que se fijen respecto al resto de comunidades. El jefe del Ejecutivo gallego se mostró satisfecho tras descartarse el pasado lunes la posibilidad de aplicar quitas, lo que beneficiaría a las autonomías más endeudadas como Cataluña, que acumula 53.005 millones de euros, o Valencia, con 35.827 millones, mientras que, por el contrario, Galicia solo necesitó 4.714 millones de financiación estatal.

En todo caso, todavía faltan por conocerse las condiciones de esa reestructuración. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, baraja, según algunas fuentes, convertir en perpetuo el vencimiento de una parte de los préstamos concedidos a las comunidades, es decir, que no se fijen plazos para su devolución, lo que, en la práctica, sería como perdonar la deuda, pero sin utilizar el mecanismo de las quitas, que tantas ampollas generó entre algunos de los presidentes autonómicos del PP, entre ellos Feijóo.

El presidente de la Xunta fue especialmente combativo desde el principio con el hecho de que las comunidades más endeudadas resulten más beneficiadas que Galicia, que se sacrificó durante los años de crisis aplicando una dura política de austeridad para mantener a raya su gasto. Sin embargo, tras el almuerzo convocado el pasado lunes por el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, en el que reunió a sus barones para hablar de financiación autonómica, Feijóo salió más tranquilo al "desmentirle" Montoro que su intención sea aplicar una quita.

"El hecho de que gastar de forma descontrolada no tenga premio o que no se castigue la irresponsabilidad me parece un avance. No premiar conductas irresponsables y castigar las responsables es un avance, el mejor punto de partida", señaló ayer tras el Consello de la Xunta.

La reestructuración de la deuda sí convence al jefe del Ejecutivo gallego, quien recordó que siempre apoyó que se ayude "de forma solidaria" a otras comunidades para que cumplan sus compromisos. "Y a Galicia le interesa una reestructuración de la deuda gallega con criterios de equidad en relación a la deuda pública del resto de comunidades", aclaró.

También se refirió Feijóo ayer a la enésima negativa del Ministerio de Fomento en el Congreso a transferir la AP-9 a Galicia. Recalcó que su postura sigue siendo la misma y que defiende el traspaso de esta autopista a la comunidad autónoma. Sin embargo, eludió reprobar al ministro. "Honestamente hay que reconocer que el gobierno que más atendió la propuestas de la Xunta fue el gobierno del que forma parte Íñigo de la Serna", ensalzó. Y enumeró tres medidas adoptadas por el ministro: la constitución de una comisión mixta entre el Gobierno central y el autonómico para abordar la gestión de la Autopista del Atlántico, la decisión de convertir en gratuito el tramo entre Vigo y Redondela y el hecho de que Fomento asuma la totalidad del coste de la supresión del peaje de Rande, un gasto que hasta ese momento compartía con la Xunta.

El presidente del Gobierno gallego mostró ayer además su preocupación por la posible pérdida de fondos europeos para el periodo 2020-2027. Con el Brexit Gran Bretaña dejará de aportar recursos a la UE y además Feijóo reconoció que, a pesar de la crisis económica, Galicia ha aumentado su convergencia con la media europea, de manera que podrá dejar de estar entre las regiones con financiación prioritaria. "Estamos sensibilizados de los riesgos", señaló.

Y, aunque aclaró que todavía no se han iniciado las negociaciones en la UE sobre el reparto de fondos del próximo periodo, Feijóo aclaró que la Xunta ya está trabajando en su estrategia. "Estamos ocupados, pero no será fácil", aseguró.

En cuanto al envejecimiento poblacional que sufre Galicia, el presidente gallego defendió que la Xunta ya ha tomado medidas pero advierte que hay que ser "constantes" poque no se verán resultados hasta transcurridos veinte años.

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo gallego lamenta la actitud de Ciudadanos (Cs), un partido al que ve cada día "más preocupado por buscar réditos electorales" que "soluciones" para España, y reprobó su actitud en la negociación para los Presupuestos del Estado de 2018. En esta coyuntura, no ve "razonable" que Cs "condicione" su apoyo a las cuentas estatales a que el Gobierno no negocie con el PNV. "Si Cs no quiere que el PNV apruebe los presupuestos es que no quiere que haya presupuestos en 2018", manifestó.