La lluvia, el granizo, la niebla o la nieve son malos compañeros de viaje. Las estadísticas en Galicia hablan por sí solas: durante los meses de otoño e invierno se registran un 15% más de accidentes mortales que la media del resto del año, según los datos del último lustro. Entre 2012 y 2016 en plena temporada de ciclogénesis, nevadas, granizadas y lluvias -de octubre a febrero- murieron en carretera 236 personas, casi la mitad de un total de 522. Los siniestros mortales en Galicia durante la temporada invernal dejan una media de 9,4 víctimas al mes, frente a 8,6 el resto del año.

Diciembre está marcado en rojo en los mapas de accidentalidad de la DGT. "Ya no solo por el mal tiempo, sino por el mayor número de desplazamientos por el puente de estas fechas, las cenas y comidas de empresa y los festejos navideños, con todo lo que eso conlleva", advierte el comandante del Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, Jesús Aneiros Rodríguez, en alusión al consumo de alcohol.

"El tiempo influye en la accidentalidad, pero -apunta- también intervienen otros factores". Desde la reducción de las horas de luz, el mayor número de viajes por carretera o un incremento de la irrupción de animales en la calzada. "Un tercio de los accidentes viarios ocurridos cada año son producidos por animales, sobre todo por jabalíes, y en los meses de otoño e invierno se dispara la cifra", detalla .

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Las estadísticas de los últimos cinco años colocan las peores tasas de accidentalidad en noviembre y diciembre, con una media mensual de 12,4 y 10 víctimas mortales, respectivamente. Les siguen en el ranking octubre y septiembre, con una media de 9,4. En el extremo opuesto de la tabla figura mayo con 5,6.

2013 fue el año con la mayor brecha de accidentidad entre otoño e invierno en relación a primavera y verano, con una tasa de mortalidad un 35% superior, seguido con prácticamente el mismo balance 2014 (+21%) y 2016 (+20,3%).

"Hay muchos automovilistas que no adaptan la conducción a las condiciones meteorológicas.; reducen la velocidad pero no lo suficiente con lluvia y sobre todo con granizo", advierte Aneiros.