Las deudas que pesan sobre las herencias provocan que muchos contribuyentes salgan huyendo del despacho del notario de turno. El número de gallegos que dicen no a los bienes de sus familiares fallecidos se ha triplicado en los últimos ocho años, al pasar de 737 herencias rechazadas en 2008 a las más de 2.300 del ejercicio pasado. La provincia de A Coruña concentró el año pasado 1.026 renuncias. En Pontevedra fueron 780; n Lugo, 255 y en Ourense, 262.