"Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos". Esta frase del escritor británico del siglo XIX, John Ruskin, contrasta con la situación en la que se encuentra casi una veintena de conjuntos patrimoniales gallegos. "Colapso del edificio por falta de mantenimiento"; "estado general de ruina"; "abandonada y en degradación"; "en proceso de ruina con riesgo de desplome", "en degradación progresiva"... Son cinco ejemplos de la catalogación de otros tantos monumentos gallegos que ha realizado la Asociación Hispania Nostra y que se encuentran dentro de la Lista Roja del Patrimonio. Esta asociación alerta desde hace una década a través de este listado de todos los conjuntos patrimoniales que están abandonados, en ruina o en un estado de conservación lamentable.

Como reconocen desde la Asociación Hispania Nostra, esta lista está viva y continuamente se incluyen nuevos bienes y también salen otros que ya no están amenazados. La Lista Roja del Patrimonio está compuesta en estos momentos por más de 600 joyas arquitectónicas de toda España, de las que 17 están en la comunidad gallega. En 2014 eran 11 y en 2015, 17. En el último año han salido siete, entre ellas la Torre de Hércules, y han entrado otras siete.

En el catálogo de bienes gallegos en mal estado hay de todo: pazos, torres, casas rectorales, pinturas, monasterios, conventos... También hay jardines, un sanatorio o un barrio entero. Por provincias, siete de ellos se localizan en Pontevedra (casa de los Duques de Medina de las Torres, pazo y torre de Guimarey, casa rectoral de San Martiño de Borela, pazo de Bergazos o de los Gil de Taboada, jardines del Gran Hotel de Mondariz Balneario, casa Becerra y monasterio de San Pelayo); cinco, en A Coruña (barrio de Ferrol Vello, monasterio de Santa María de Monfero, sanatorio de Cesuras, pinturas murales de la iglesia románica de San Xulián de Moraime y pazo de O Casal); tres en Ourense (monasterios de Santa Comba de Naves y San Paio y convento del Bon Xesús de Trandeiras) y dos en Lugo (torres de Taboi y da Fortaleza).

La falta de interés y de dinero de los dueños, la mayoría de ellos particulares, son las principales causas de que estos bienes, muchos de ellos con más de cinco siglos de antigüedad, reciban el calificativo en muchas casos de "ruina" y sea muy complicada su rehabilitación, aseguran desde Hispania Nostra, la asociación que defiende el patrimonio español y cuya presidenta de honor es la reina Letizia. Con anterioridad lo fue la reina emérita Sofía.

Hispania Nostra nació en 1977 y su finalidad es "la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural español y su entorno". Desde noviembre de 2007 impulsa la Lista Roja del Patrimonio que recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentren "sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores", con el objetivo de darlos a conocer y lograr su restauración.

Por ejemplo, del barrio de Ferrol Vello, del que salió la actual ciudad, la asociación alerta de que es un barrio "altamente degradado y deshabitado -el 49% de las viviendas están desocupadas-". La mayoría de sus edificios se encuentran "en muy mal estado de conservación". Se han producido derrumbes y desprendimientos en las fachadas, que han provocado el cierre de calles y plazas y su consecuente abandono.

En 2001 fue declarado Área Integral de Rehabilitación, y en 2011, Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico. En mayo de 2014 se aprobó el Plan Especial de Ferrol Vello, que fija 12 años para la rehabilitación y reurbanización del barrio histórico.

En el caso de los jardines del Gran Hotel del Balneario de Mondariz, la asociación los ha incluido en la lista roja pese a que "el estado actual es razonable", ya que "podrían caer en un proceso de degradación y de pérdida si se llega a recalificar el suelo".

El ayuntamiento y la propiedad del hotel firmaron en 2013 un convenio para la recalificación urbanística de una parte del jardín. El objetivo era que dejase de ser zona verde para construir 20.000 metros cuadrados de viviendas. Aunque el gobierno de Mondariz Balneario renunció a recalificar una parte de los jardines, aún permanecen en la lista.

De los que salen del catálogo destaca la Torre de Hércules, que había entrado no por su mal estado de conservación, sino porque estaba amenazada por un proyecto aprobado por el gobierno municipal del Partido Popular para construir urbanizaciones en su entorno. Finalmente, la Xunta prohibió las viviendas, por lo que la torre fue retirada de la lista roja.

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