Los juzgados gallegos recibieron durante el primer trimestre 82.931 asuntos, casi un 4% menos que en el mismo período del año anterior y se consolida la tendencia a la baja iniciada en 2011. Por este descenso la tasa de litigiosidad, con 30 casos por cada 1.000 habitantes, se sitúa 2 puntos por debajo de la media nacional, según los datos publicados ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y al mismo tiempo baja la tasa de congestión en un 1,4% con 2,38 pleitos por cada millar de vecinos pendientes de resolución (tanto los que estaban sin resolver a principio de año como los ingresados en los tres primeros meses de este). Galicia baja dos puestos en el ranking nacional y deja de ser la séptima con más acumulación de pleitos para colocarse en el noveno puesto.

Los tribunales de la jurisdicción Social, que tratan conflictos entre trabajadores y empresarios, son los más saturados de la comunidad con una tasa del 3,80.

Por encima de la media autonómica también se sitúa la congestión en la jurisdicción Contencioso-Administrativo -las reclamaciones efectuadas por los ciudadanos o entidades frente a la Administración del Estado- y la Civil -demandas entre particulares como temas de familia, herencias o comunidades de vecinos-, con una congestión del 2,90 y del 2,71 respectivamente. Las salas más colapsadas son las de Lugo con un índice del 2,72, seguida de la tasa del 2,58 en A Coruña. Ourense y Pontevedra, por el contrario, están menos saturados que la media gallega con una proporción del 2,12 en el caso de los tribunales ourensanos y del 2,04 en el de los pontevedreses.

Los tribunales de la comunidad están menos saturados pese a que la tasa de resolución -la proporción de los conflictos resueltos respecto a los ingresados- también se ha reducido en un 2,1% y se sitúa en un 1,05. De hecho, los 86.809 litigios resueltos en el primer trimestre son 5.208 menos que a los que se dio carpetazo entre enero y marzo de 2016, lo que supone una caída de casi el 6%.

El descenso se debe, sobre todo, a que se resolvieron casi un 14% menos de asuntos penales, ya que en el resto de jurisdicciones las cifras han mejorado. Aun así, Galicia tiene el segundo índice de resolución más elevado de toda España, empatada con Madrid y solo por detrás de La Rioja, con un 1,07. La provincia de A Coruña, empatada con Guipúzcoa, es la cuarta que tiene esta tasa más alta con un 1,08, mientras que Ourense obtiene el mismo índice que el 1,05 de la media gallega. Por debajo se sitúan Lugo (1,02) y Pontevedra (1,03).

El descenso de la carga de trabajo permitió a los magistrados ocuparse de la bolsa de los asuntos pendientes a principios de año. Por eso, la tasa de pendencia también bajó durante el primer trimestre en un 1,4%. Así, el número de conflictos en trámite al final del período analizado asciende a 118.834, un 7,2% por debajo de los 127.390 que quedaron pendientes de resolución a finales del primer trimestre de 2016. Aunque la cifra de demandas que reciben los tribunales ha menguado, no es una tendencia generalizada en todas las jurisdicciones. Los pleitos laborales que tramitan los juzgados de lo Social siguen creciendo con casi un 10% más de asuntos ingresados de enero a marzo hasta los 7.910. Lo mismo ocurre con los conflictos entre particulares, al crecer un 4,5% con 31.395 demandas. Por el contrario, los tribunales de lo Contencioso-Administrativo ingresaron un 14% menos de reclamaciones (no llegan a las 2.200), mientras que las causas penales bajaron un 10,8%, pese a que son las más numerosas (41.428 registrados).