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Solo cien familias gallegas acogen a mayores para cuidarlos al recibir la misma ayuda que hace 13 años

► Los hogares que asumen la tutela de ancianos son cinco veces menos que hace diez años ► El jubilado aporta el 60 por ciento de su pensión y la Xunta pone el resto

Más de 55.000 mayores de más de 65 años viven solos en la comunidad autónoma, una cifra que además va en aumento debido al progresivo envejecimiento de la población gallega. La resistencia de muchos de estos ancianos a dejar su casa obliga a potenciar servicios como la teleasistencia o la ayuda a domicilio. Pero hay otras alternativas: una familia de acogimiento. Sin embargo, son cada vez menos los hogares que abren las puertas a personas mayores, con las que no tienen ninguna relación de parentesco, solo para cuidarlos, una tarea por la que cobran entre 412 y 700 euros en función de si son o no dependientes. En 2016 fueron un total de 116 familias las que asumieron la tutela de estos ancianos.

Este programa está en vigor desde hace ya más de veinte años. Según explica la Consellería de Política Social, arrancó con mucha demanda porque "vino a regularizar la situación en la que se encontraban muchas personas mayores o con discapacidad que vivían con personas con las que no tenían ninguna relación de parentesco". Hace unos diez años la cifra de familias voluntarias para cuidar a mayores era de medio millar. Pero en 2016 se beneficiaron de este programa solo 116 gallegos de más de 65 años y 10 con discapacidad.

Para cuidar del anciano se exige que al menos uno de los componentes de la familia acogedora tenga una edad comprendida entre los 18 y los 65 años, que goce de buena salud y no padezca ninguna limitación física o psíquica que le impida atender las tareas domésticas normales.

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A pesar de que cada vez hay más mayores -en la última década aumentaron en 70.000 las personas con más de 65 años-, el programa de acogimiento familiar de la Xunta está en mínimos. "Cada año se van produciendo bajas por fallecimiento o ingreso en residencia y no se producen nuevas altas", explican desde Política Social.

Las cuantías que se pagan a las familias por encargarse de los mayores llevan trece años sin incrementarse. Si se trata de una persona dependiente se pagan 700 euros al mes. Si son autónomos cobran 412 euros mensuales por cuidarlos. Se da la opción de atenderlo en la vivienda del propio beneficiario. En ese caso, los importes se reducen un 40%.

Esta ayuda no la costea íntegramente la Xunta. El beneficiario aporta un 60% de sus ingresos mensuales líquidos y el resto lo pone la Consellería de Política Social.

Aunque solo un centenar de familias están en este programa de la Xunta, en Galicia existe un número importante de mayores que conviven con personas con las que no tienen ninguna relación de parentesco. Según el estudio realizado por la Xunta para su Estratexia de Envellecemento Activo, son casi 16.000 los gallegos de más de 55 años que están en esta situación. Y es una tendencia que está en auge: mayores que deciden compartir vivienda para no estar solos en su vejez.

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