Más de la mitad de los adolescentes consumió alcohol durante el último año, una tercera parte fumó tabaco y uno de cada cinco, cannabis, droga que preocupa especialmente a las autoridades sanitarias, que temen que protagonice la tercera epidemia de drogas, tras la heroína y la cocaína. Son datos de un estudio presentado esta mañana por la Unidade de Psicoloxía do Consumidor e Usuario, de la Universidade de Santiago, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas y que contó con la colaboración del Concello de Santiago. Aunque son el resultado de una encuesta realizada a casi 2.400 adolescentes compostelanos, su coordinador, el psicólogo Antonio Rial Boubeta, considera que los resultados son "un buen indicador" de las tendencias de consumo para Galicia porque en los anteriores estudios no se detectó que en Santiago se comportasen de forma diferente al resto de los jóvenes gallegos, aunque no sean estrictamente extrapolables.

Lo que se detecta, resalta este investigador que ya coordinó dos fases previas del estudio con adolescentes de toda Galicia y luego de las provincias de Pontevedra y A Coruña, es que se ha detectado "un repunte en los niveles de consumo de drogas". No obstante, enseguida matiza que "aun así, se sitúan por debajo del conjunto del estado". Sí se constata, añade, que los consumos están "ligeramente" por encima de lo que se midió para Galicia pero ese fenómeno se explicaría porque en las áreas urbanas los niveles de consumo son mayores, se produce una "banalización progresiva del consumo", especialmente de los atracones de alcohol y de cannabis, hay una "preocupante" incorporación de la mujer a los consumos, se producen "carencias en la prevención familiar" y los consumos se inician cada vez a edades más tempranas. En esa línea, advierte de que el informe sitúa el inicio en el consumo de alcohol a los 13,8 años, a los 14,9 en el caso del cannabis y a los 15,6 el primer contacto con la cocaína.

Por otro lado, el informe detecta, como ya ocurría con los dos realizados previamente, que hay una "estrecha relación" entre los problemas relacionados con el alcohol y el uso problemático de internet o del ciberacoso, con tasas de riesgo hasta diez veces mayores.

En relación al uso de las nuevas tecnologías, otro de los ejes de los estudios realizados por la Unidade de Psicoloxía do Consumidor e Usuario, uno de cada tres adolescentes está conectado a internet más de cinco horas al día y que además más de la mitad llevan el móvil habituamente a clase y el 31% se conecta en horas lectivas, "lo que concuerda", apunta el informe, "con los problemas de convivencia escolar que reflejan diferentes entidades".

Ciberacoso

Además, el uso abusivo de internet y los dispositivos móviles con datos repercute en que uno de cada cinco estudiantes del 2º ciclo de ESO es víctima de ciberacoso. En general, una de cada tres víctimas es también agresora, y viceversa, apunta también el estudio. Por otro lado, uno de cada cuatro encuestados admitió haber recibido vídeos o fotos de compañeros de "alto contenido sexual" y más del 10 por ciento reconoció haber enviado este tipo de mensajes, siendo "la mayoría mujeres", según apunta en un comunicado el Concello de Santiago.

El coordinador del estudio, Rial Boubeta, aprovechó para recordar la relevancia de la prevención familiar. En ese sentido, argumentó que a pesar de que seis de cada diez afirman que sus padres les "aconsejan" sobre tener precaución con el uso del móvil o de internet, solo uno de cada cuatro realmente los controlan o limitan.