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La recaudación del IBI urbano se estanca en Galicia tras los "catastrazos" de la crisis

► Los ingresos durante el año 2016 alcanzaron los 483,6 millones de euros ► Entre 2008 y 2015 se dispararon un 61% ► En las ciudades empieza a bajar

La recaudación del IBI urbano se estanca en Galicia // FARO

El recibo de la popular contribución se convirtió en una pesadilla para muchísimos hogares en un momento, durante los años más duros de la crisis, en el que el bolsillo del ciudadano padecía los mismos males que las arcas públicas. El Gobierno aprobó en 2012 una subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para dar oxígeno a la mermada recaudación de los ayuntamientos y ayudarles a combatir el déficit. Fue el primero de los "catastrazos" con los que las entidades locales lograron atajar el desequilibrio de sus cuentas y convertirse en la única pata de la administración española con superávit en los últimos cinco ejercicios. Al alza de los tipos en el tributo -y la posibilidad de una actualización exprés del valor de los edificios para adaptarlos a la realidad del mercado- le siguió el rastreo de propiedades ocultas o con reformas que obligan a pagar más en el gravamen. ¿Resultado? La recaudación en Galicia fue de récord en récord. En 2015 superó los 484,6 millones de euros, un 61% más que en 2007, cuando, aún en la burbuja del ladrillo, la comunidad batió su marca histórica de nuevas viviendas (45.383). La decisión de parte de los concellos de aprovechar la recuperación de la economía para aplacar las anteriores subidas del gravamen ha provocado algo insólito con el IBI. Que sus ingresos se estanquen. Algo de lo que no hay precedente en los 27 años recogidos en las estadísticas de la Dirección General del Catastro.

La recaudación del que es la principal fuente de financiación de los municipios ascendió el pasado año en Galicia a 483,6 millones de euros, según los datos publicados ayer por el Catastro. Esa cantidad no tiene en cuenta la cuota del concello coruñés de Oza-Cesuras, que no aparece reflejado en el último balance del IBI. En el de 2015, en el que figuran todavía como dos ayuntamientos independientes, suman 468.200 euros. En caso de que su aportación se mantuviera estable, el IBI entre las localidades de la región alcanzaría un total de 484,1 millones de euros, un 0,1% por debajo del año anterior.

La diferencia sí es sustancial en la evolución del número de recibos. Rozan ya los 3 millones. En concreto, 2,998 millones, después de un aumento del 15,6%, que se concentra especialmente en Lugo. ¿Por qué? Porque es también una de las provincias españolas en las que más se notó hasta ahora la regularización catastral para dar de alta inmuebles sin declarar o con cambios. De los 91 concellos de Galicia que terminaron ya el proceso, 24 son lugueses y entre ellos reúnen 49.930 inmuebles regularizados, casi la mitad de los aflorados.

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Eso se nota en su recaudación, que, entre otras cosas, incluyen los atrasos correspondientes a la puesta al día de los inmuebles. Porque, a pesar de que los ingresos del IBI se mantienen planos en el global de la comunidad, la variación en cada concello es muy diferente y no todos los ciudadanos notarán un desahogo.

Así, en los de la provincia de Lugo, con el doble de recibos de la contribución que en 2015, los ingresos aumentan un 12%, con cerca de 59 millones de euros, según la información actualizada del Catastro. Por eso también los primeros puestos del grupo de concellos que experimentan alzas importantes de la recaudación el pasado año están copados por municipios de Lugo. En Folgoso do Courel se disparó un 356%; un 134% en Cervo; un 111% en As Nogais; el 81,1% en Sober; un 80% en A Pobra do Brollón; un 78,6% en Pantón; y un 60% en Cospeito.

En lo alto de la tabla figuran además Manzaneda, donde el alza supera el 59%; Coristanco; con un 49%; o Cerdedo, que registra un aumento del 37,4%.

Entre los que, en cambio, acumulan un destacado descenso en la recaudación, aparecen Beariz, Pedrafita do Cebreiro, Taboadela y O Bolo, los cuatro con una rebaja de más del 22%. A continuación está Triacastela, con una caída del 32,1%; de un 32% en O Porriño; y alrededor de un 30% en Samos.

De los 313 concellos de los que hay datos en el Catastro, en 190 aumenta la recaudación y desciende en 123. En los de la provincia de Pontevedra, la suma total es un descenso del 0,4%, hasta 156,5 millones de euros; recorte también en los de A Coruña, un 3,1%, con 205,4 millones; y ascenso en Ourense, un 0,4% (62,8 millones).

Buena parte de la razón de que el cómputo total de Galicia muestre una recaudación sin apenas variación está en el resultado de los grandes concellos. Los ingresos del IBI en Vigo bajaron un 0,5%, con 61,6 millones; otro 6,5% en A Coruña, donde llegó a 57 millones; un 9% menos en Santiago (27,6 millones); y un 0,1% en Ourense (32,9). En Pontevedra creció un 1,9% (16,5 millones).

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