El País Vasco recauda todos los impuestos, los propios y los estatales, y luego devuelve al Estado la cantidad que corresponde a los servicios generales que la Administración central presta (defensa, infraestructuras, embajadas, ...). La cantidad que entrega a las arcas del Estado es el cupo, y la mayoría de los economistas siempre ha coincidido en que la cifra es exigüa y que el País Vasco está sobrefinanciado respecto al resto de las comunidades. La sobrefinanciación será mayor tras el acuerdo con el PP para revisar a la baja el cálculo del cupo y la devolución de otros 1.400 millones.

Angel de la Fuente, presidente del comité de expertos nombrado por el Gobierno para calcular las balanzas fiscales, ha apuntado que el País Vasco recibía hasta ahora el doble de financiación que las comunidades de régimen común.

La Red de Investigadores en Financiación Autonómica (Rifde), de la que forma parte el economista Santiago Lago, entre otros expertos gallegos, en un reciente informe alertaba de que el sistema de financiación autonómica no podrá soportar más tiempo la singularidad del País Vasco y Navarra por lo que supone de menos fondos. Proponían que Navarra y País Vasco, dos autonomías que se rigen por el sistema foral, se incorporen al mecanismo de solidaridad interterritorial y realicen también aportaciones económicas que contribuyan a garantizar el acceso a los servicios públicos en igualdad de condiciones en el conjunto del Estado.