El AVE vasco que conectará las tres capitales de la comunidad entre ellas y con Francia y Burgos llegará a Bilbao y Vitoria soterrado, una opción que el Ministerio de Fomento descartó en otras ciudades por su elevado coste o por su complejidad técnica como por ejemplo en Valencia. En Ourense la opción se ha postergado.

La entrada del AVE en Bilbao, por vía subterránea lo que permitirá que la ciudad recupere en pleno centro 80.000 metros cuadrados, en Vitoria, donde la llegada será parcialmente soterrada, y en San Sebastián, a través de plataforma, puede rondar los 800 millones de euros. En Ourense, se barajaban 400 millones de euros para el soterramiento de las vías.

El soterramiento del AVE en la entrada en Bilbao y Vitoria era una reivindicación histórica del Gobierno vasco y la necesidad de aprobar las Cuentas de 2017 explica el giro de 180 grados por parte del Gobierno central, que hasta el momento se había negado a aceptar el proyecto por su elevado coste.

El acuerdo PP-PNV garantiza 3.380 millones de euros para que las obras del tren de alta velocidad están culminadas en el País Vasco en 2023. Y se conectará a lína de alta velocidad gala en 2025. "Por primera vez disponemos de un compromiso con las inversiones, obras y fechas de ejecución", valoran desde el PNV.

En Galicia, por su parte, el AVE empezará a circular antes que en el País Vasco, pero después de suscesivas demoras. Será en fase de pruebas a finales de 2019, un año más tarde de lo previsto.

Tras las fechas de 2010, 2012, 2015 y 2018 para la entrada en servicio del tren de alta velocidad entre Galicia y Madrid, 2019 es la última fecha dada por Fomento.

Esta nueva dilación se produjo por los problemas surgidos en cinco tramos en el trazado entre Zamora y Ourense. De los 924,6 millones presupuestados para este año en el capítulo de inversiones estatales en Galicia, 481 millones se destinarán a las obras del AVE, de los que la mayoría están asignados al tramo Lubián-Ourense, para los que hay reservados 462 millones.

El pacto de PP y PNV también incluye la supresión de 10 pasos a nivel en el País Vasco, con cargo a los fondos de Adif, y una partida de 78 millones para el saneamiento y depuración del Alto Nervión. Se construirán dos depuradoras y colectores de saneamiento.