El Foro Económico de Galicia ha cifrado en un 3,1% el crecimiento de la economía de Galicia el pasado año, una décima menos que la evolución del PIB nacional. Durante el primer semestre, la comunidad gallega avanzó por debajo de la media estatal, pero en el segundo le dio la vuelta al escenario hasta cerrar el ejercicio casi a la par que con el conjunto del Estado. Sin embargo, los expertos del Foro Económico de Galicia, en su primer informe de coyuntura de 2017 consideran que la economía gallega "ha tocado techo en su crecimiento" y que ya no volverá crecer al mismo ritmo. "De ahora en adelante solo cabe esperar velocidades más bajas. Difícilmente vamos a repetir este crecimiento en 2017 y acabar con un 3% de evolución, pero tampoco va a ser una desaceleración dramática", declaró Santiago Lago, el director del Foro.

La única forma de que se superen estos dígitos, terció el coordinador del informe de coyuntura, Fernando González Laxe, es que "se cambien los parámetros" del modelo productivo, algo que no resulta posible a corto plazo.

Aún así, el Foro calcula que en 2018 Galicia recuperará el nivel de PIB que registraba antes de la crisis, mientras que en el caso del empleo, no será ya hasta la próxima década.

El análisis de coyuntura de Galicia revela también una situación novedosa, y es que las importaciones de componentes de automóvil superan por vez primera a las exportaciones, una circunstancia que el Foro Económico de Galicia atribuye a la deslocalización de algunas empresas y a la compra de ese material auxiliar en otros países con salarios más bajos que los gallegos o que presentan otro tipo de ventajas comparativas, como suelo o energía más baratos.

En cuanto a la productividad de la economía gallega, González Laxe precisó que esta se encuentra por debajo de la media española y que además de proseguir con la deslocalización de empresas, se están produciendo los primeros fracasos en proyectos subvencionados con cargo al programa Industria 4.0 de la Xunta, ya que algunas de las empresas emergentes que reciben estas ayudas ni se consolidan ni encuentra viabilidad en el mercado. "Es mejor definir una estrategia industrial que subvencionar todo cuanto proyecto llegue", censuró González Laxe. "Si intentas hacer una cosa y no sale, lo mejor es descartarlo y no perseverar, reconocer que te equivocaste y seguir por otro camino", añadió Santiago Lago, en relación a la falta de futuro de algunas emergentes.

Sobre este aspecto, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, replicó -posteriormente- que anteriores informes del Foro avalaban el programa Industria 4.0 y que en los dos últimos años, en Galicia se crearon 11.500 nuevos empleos industriales.

Sobre la marcha del empleo, el Foro constata que la tasa de contratos temporales ha subido al 26,2%, la más alta desde el año 2009, porque mientras en los dos últimos años las contrataciones temporales aumentaron un 5,4% las indefinidas lo hicieron solo en un 1,1%.

El Foro también realizó una llamada de atención a la falta de una estrategia española para sacar provecho del mar, dado que el futuro de la economía de la humanidad pasará por los océanos, tanto en cuanto al transporte como por su capacidad para generar energía, alimentos o desarrollo biotecnológico. Francia, Reino Unido, Portugal o Alemania ya tienen en marcha planes estratégicos centrados en la llamada "economía azul", mientras que España aún carece de ella. De hecho, el Foro reprocha la falta de coordinación entre los puertos gallegos, un elemento indispensable para volcar la economía hacia el mar, y su pérdida de tráfico de mercancías mientras el de Lixoes (Portugal) sigue creciendo. A pesar de todo, el Foro apuesta por una política de cooperación con el Norte de Portugal frente a la rivalidad, dado que ambos territorios pueden aprovechar su configuración como eurorregión.