La coordinadora provisional de En Marea, en la que tienen peso sus principales corrientes internas, se ha dividido respecto al peso que tendrá su portavoz parlamentario, Luís Villares, en la dirección que salga elegida en su asamblea de los días 21 y 22 de enero.

La formación celebra el sábado un plenario para decidir las normas de la cita y su documento político. En el reglamento sobre las primarias para elegir el máximo órgano de dirección -un Consello das Mareas de 35 miembros- la coordinadora no consensuó una postura. Un sector aboga por que cualquier inscrito pueda presentarse en una lista a ese órgano. Otro establece limitaciones que limitan el peso de Villares, que tendría voz y voto en la cúpula como portavoz parlamentario, pero no participaría en las primarias.

Ese hecho provocaría que no fuese avalado como futuro portavoz nacional, aunque tampoco queda claro que vaya a existir ese cargo, si bien Villares anunció hace semanas su intención de optar a él y así lograr el liderazgo orgánico.

Cada lista realizará una propuesta de coordinadora -la dirección que llevará el día a día- y ahí podrán especificar o no si cuentan con una figura referencial como el resto de formaciones. De no poder participar en las listas, las bases no refrendarían ese cargo y Villares solo accedería a la coordinadora como portavoz en la Cámara. Un funcionamiento diferenciado del tradicional es el que defienden, entre otros, la Marea Atlántica.

Por su parte, Villares negó ayer que la "mayor tensión" interna de cara al plenario radique en el poder interno que logrará. "La mayor tensión es ser visualizados como alternativa al PP", aseguró.

Al plenario del sábado no acudirá la secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos, que participará en un cónclave de su partido para preparar la asamblea de Vistalegre.