La crisis siempre suele cebarse con los colectivos más débiles. Los inmigrantes forman parte de este grupo, y dentro de él, los que se encuentran en situación irregular. A finales de 2015 había en Galicia 1.079 extranjeros sin papeles. Un año antes la cifra superaba los 9.000 y hace dos rondaba los 20.000. Estos datos se extraen de cruzar el número de extranjeros empadronados en la comunidad (90.641) que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los ciudadanos de otros países que viven en Galicia y que tienen certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor. Estas últimas cifras proceden del Ministerio de Empleo.

Estos son los datos oficiales. Pero tanto Montse Pérez, responsable del servicio de UGT de atención e inserción sociolaboral para inmigrantes, como Miguel Fernández, portavoz del Foro Galego de Inmigración, aseguran que la cifra es más alta. Este último la sitúa entre 5.000 y 6.000. Eso sí, ambos reconocen que el número de extranjeros en situación irregular se ha reducido durante la crisis.

Varias son las causas de este recorte. Llegan menos ciudadanos de otros países y los que vienen tienen una vinculación familiar por lo que consiguen con más rapidez la nacionalidad. "Entran menos extranjeros. Y también los que entran ahora lo hacen de forma más natural como los procesos de reagrupación familiar", explica Miguel Fernández.

Xurxo Martiz, responsable de Migración de la CIG, coincide con el análisis del portavoz del Foro Galego de Inmigración. "Una de las principales causas por las que baja el número de extranjeros sin papeles es que la inmigración es una cuestión familiar en la que el padre o la madre ya tienen la documentación. Ahora muchos pasan de ser ilegal a legal por tener un familiar español. El primero que vino era ilegal, pasó a tener los papeles y ahora los hijos pasan a ser españoles de forma automática", recuerda.

Miguel Fernández explica que el número de personas que llegan sin ninguna referencia de forma irregular también disminuye "porque los que ya están aquí generan vías de acceso para otras personas. Entran menos en situación irregular que los que entraban hace cinco o seis años". Otras de las razones de esta caída del número de sin papeles es la reducción de la cifra de inmigrantes empadronados en la comunidad. En 2013 eran 109.962; en 2014; 98.245, y en 2015, 90.614. En los dos últimos años el recorte ha sido del 17%.

Otra de las causas, como señala Montse Pérez, de UGT, es que el pasado mes de octubre se endureció el acceso a la nacionalidad, ya que es necesario pasar un examen. Además se está produciendo otro proceso: hay personas que llevan tiempo en situación regular y que, sobre todo por la crisis, pierden la documentación. "Una persona puede llevar aquí tres o cuatro años en situación regular, pero si va a renovar la tarjeta y no demuestra que tiene cotizado un determinado tiempo puede que no se le renueve", explica Miguel Fernández. "Les está constando trabajo legalizar a la pareja, porque están pidiendo ingresos, pero no te pueden expulsar porque estás casado con un ciudadano español, aunque no te dan la documentación", reconoce Xurxo Martiz.

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