Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El 70% de los niños gallegos tiene teléfono

Nacidos con un móvil bajo el brazo

Psicólogos creen que el tránsito de Primaria a ESO es "buen momento" para acceder al dispositivo, aunque aconsejan "regular" su uso

Los móviles de última generación, con mucha más capacidad de procesamiento que el ordenador que llevó al ser humano a la Luna, han reeemplazado a las videoconsolas como uno de los regalos favoritos de los niños. Y no muchos progenitores se resisten. Los datos muestran que siete de cada diez (el 69,5%) gallegos de 10 a 15 años dispone de móvil, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. En esta franja de edades, Galicia le saca 2,5 puntos de ventaja a la media estatal.

En la práctica, eso significa que tienen móvil en la comunidad cerca de 90.000 preadolescentes y adolescentes, lo que implica que en bastantes casos acceden a él en edades que los expertos no consideran las más adecuadas. "A un niño pequeño, uno de Primaria, en realidad no le hace falta". Lo afirma la doctora en Psicología Patricia Gómez, quien sin embargo aclara que "a un adolescente o preadolescente sí le puede hacer falta". "Como el nivel de uso es tan generalizado, no permitirle que lo tuviera podría significarlo también aislarlo de alguna manera", apostilla.

La también investigadora de la Universidade de Santiago y experta en el tema admite que "no hay una edad igual para todos" porque los niños difieren en cuanto a su grado de madurez, pero el equipo del que forma parte, la Unidade de Psicoloxía do Consumidor e Usuario de la USC, considera que "por ejemplo el tránsito de Primaria a la ESO", que coincide con los 12-13 años, "sería un buen momento para regalárselo, como un ritual de inicio de su adolescencia".

Respecto al tema de la edad, apunta que hay psicólogos que no ven recomendable que niños menores de 6 años estén habitualmente con tablets o móviles, una estampa, concede, que ahora se ve "mucho" en las cafeterías, con el niño pequeño en su carrito obnubilado con los colores y sonidos de la tablet y los padres relajados. "Por ahora no hay estudios concluyentes, porque esto es muy nuevo, de si eso podría afectar a su desarrollo cognitivo, pero lo que produce es una sobreestimulación cognitiva", explica. Y eso tiene consecuencias: "Después va a ser muy difícil que otras cosas le gusten, que no le aburran, porque está acostumbrado a estar hiperestimulado".

En todo caso, llegada la edad adecuada y decididos a regalar un móvil a un niño, esta experta avisa de que eso no debería significar "dárselo de 0 a 100, que pase de no tener móvil a estar 24 horas con él". "Ese tránsito puede ser regulado", indica: primero los fines de semana, después un par de horas por la tarde al llegar del colegio..., para que el niño "se vaya acostumbrando a tenerlo, a no tenerlo y a poder ir regulándose él mismo".

La clave es precisamente esa: él mismo. Esta psicóloga y sus compañeros no son partidarios de restringir datos ni páginas, sino de educación, "poco a poco", desde pequeños, aunque el niño no tenga móvil. Y predicar con el ejemplo: "Si estamos a todas horas con el móvil, después es un poco complicado pedirles a nuestros hijos que estén menos tiempo", argumenta.De hecho, su Unidade aconseja habilitar un "dormitorio tecnológico" donde toda la familia deje el móvil a partir de cierta hora establecida. "De manera que sea una responsabilidad del chico y no tener que andar detrás de él", dice.

El resto es, subraya, una cuestión de confianza. "Lo de los filtros parentales es un arma de doble filo. Nosotros apostamos más por la educación y la responsabilidad del chico y el seguimiento de los padres", afirma. "Igual que cuando baja al parque preguntamos con quién estuvo o pasamos por allí para ver con quién juega, en el uso de redes sociales, tecnologías o móviles se puede hacer lo mismo", explica. "Sobre todo cuando son pequeños", añade, les gusta mucho enseñar a familiares qué hicieron con un programa de fotografía, cómo modificaron una imagen, qué subieron, y así podemos tener una idea de lo que está pasando".

Como expertos, no recomiendan espiar el móvil. "Puede que una vez los pillemos, pero es posible que sea la única porque perderá la confianza en nosotros", alega. Lo que propugnan es trabajar la confianza. "Aunque no nos van a contar todo, y también es necesario que tengan una esfera de privacidad para ellos", si tienen la "confianza suficiente" en sus padres y en sus madres, pueden acudir a ellos en caso de que esté ocurriendo "algo que no les gusta o que no saben bien cómo manejar", afirma.

Lo de datos o no datos ya ni se lo plantean. Aparte, dice Gómez, de que hoy en día los móviles solo para llamadas son casi una "cosa prehistórica" y no son fáciles de encontrar, los chicos no los quieren, porque "ellos lo que utilizan es instagram y whatsapp y twitter y snapchat", explica. Sí invitan a los progenitores a estar alerta ante ciertas señales que pueden revelar un uso problemático porque hay "una interferencia clara en la vida cotidiana del niño": "No le interesan los hobbys que tenía antes, no sale con los amigos, su vida familiar y académica se deteriora, se ponen nerviosos y agresivos si no se pueden conectar..." Recomienda estar pendiente de sus horas de su sueño. "Que consuman mucho contenido a través del móvil o una tablet por la noche hace luego que su rendimiento empeore porque el nivel de atención y memoria", aclara, "no puede ser el mismo".

Además recuerda que el grupo de investigación del que forma parte, de la USC, constató recientemente en un estudio que "hay relación entre el uso problemático de internet y el consumo de otras sustancias". Por otro lado, el mismo grupo averiguó que los adolescentes que hacen deporte, sobre todo federado, tienen menos niveles de uso problemático de internet, por lo que abogan por fomentar el ejercicio físico regular.

Patricia Gómez recalca que educar a un niño en la utilización responsable de las nuevas tecnologías, móvil incluido, es un trabajo de todos los días, como "cualquier ámbito de la educación de un hijo", añade. "No es algo que se solucione con una charla un día y ya está", advierte.

Haz clic para ampliar el gráfico

Compartir el artículo

stats