La economía gallega crecerá más este año que en 2015, que se cerró en el 2,1%, y podrá rondar el 2,5% del producto interior bruto (PIB). El Foro Económico de Galicia radiografió ayer la situación de la comunidad, de la que destacó las luces que muestran un crecimiento continuado y sostenible, pero también las sombras, pues aunque la distancia con España se reducirá ligeramente -2015 se cerró con un 1,1 puntos menos de crecimiento- la brecha con la media estatal y las comunidades más dinámicas apenas se reducirá.

Este grupo de expertos presentó ayer su informe de coyuntura correspondiente al primer trimestre del año. Su director del foro, Santiago Lago, descartó uno de los temores a raíz de la incertidumbre política y la previsible repetición de elecciones: una nueva recesión resulta altamente improbable.

Por su parte, el coordinador del informe y expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, alertó de que el crecimiento de la riqueza no ha ido acompañado de un cambio de modelo económico, algo necesario para elevar la convergencia con Europa. Abogó por elevar del 16% al 20% el peso de la industria en la economía gallega y lamentó que esta no cuente "con tanta pujanza industrial como sería necesaria". Este también explicó que Galicia ha recuperado ya 3,2 puntos de riqueza (PIB) de los 8,5 que perdió por la crisis que estalló en 2008, mientras España logró 5,2 de los 9 que se dejó.

El dinamismo económico permitió el año pasado crear 10.000 empleos netos en la comunidad -aunque con una temporalidad del 25%-, pero la falta de empuje de la industria y la focalización de las exportaciones en la UE sin explorar países emergentes que tirarán de la economía mundial constituyen un riesgo futuro y evitan la convergencia con las comunidades más ricas y la media de riqueza de la UE. "Crecemos, pero no nos aproximamos a ellas", indicó el catedrático de Economía, que lamentó no haber cambiado el modelo productivo durante la crisis.

Este también llamó la atención sobre la "sangría" de deslocalizaciones en busca de suelo, energía y salarios más baratos. Según sus datos, el año pasado abandonaron Galicia 154 empresas, por 135 que se instalaron en ella. Entre enero y el 19 de febrero las cifras fueron de 19 y 12, respectivamente.

Por otro lado, el informe también analiza la fiscalidad gallega en un estudio elaborado por el profesor de Economía Aplicada Alberto Vaquero. Galicia presenta de los tributos municipales más bajos de España (exceptuando las siete urbes), pero por encima de la media en transmisiones patrimoniales (venta de viviendas de segunda mano) y hasta el año pasado de sucesiones, que en 2016 ha sido rebajado. En cuanto al IRPF, se sitúa en la media de presión fiscal.