Aunque el problema del envejecimiento no es exclusivo de Galicia, la comunidad gallega sí sufre con mucha mayor intensidad que otras autonomías la despoblación del rural. Nueve de cada diez aldeas abandonadas el pasado año en España son gallegas. Las políticas de reequilibrio territorial y de apoyo al campo no han sido suficientes hasta ahora para frenar el abandono de estos núcleos. El pasado año otras 55 aldeas quedaron deshabitadas y suman así un total de 1.669 en toda la geografía gallega. Pero además hay 1.971 entidades que están al borde de la desaparición, puesto que ya solo tienen uno o dos vecinos.

En España la cifra de aldeas abandonadas asciende a 3.287, de manera que Galicia concentra la mitad de estos núcleos deshabitados. La despoblación, motivada por el envejecimiento poblacional y la emigración de la gente joven hacia entornos urbanos, dejó deshabitados solo el pasado año 62 nuevos núcleos en España, de los cuales 55 de ellos se ubican en Galicia (el 88 por ciento).

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De hecho, solo seis comunidades sufrieron la despoblación de nuevas aldeas durante el pasado año. Además de Galicia que acapara la práctica totalidad de núcleos despoblados durante 2015, en Cataluña quedaron abandonadas siete entidades de población más, en Asturias seis, en Aragón tres, en Castilla-La Mancha dos y en el País Vasco uno.

En otras autonomías la tendencia incluso fue la contraria y aldeas que estaban abandonadas volvieron a tener vecinos. Fue el caso de Murcia, que redujo en seis su censo de núcleos deshabitados, Madrid, con cuatro menos y Navarra y Baleares, con uno menos cada una.

En conjunto, Galicia lidera con mucha diferencia el ranking de aldeas deshabitadas. Una de las razones es su elevada dispersión que la sitúa como una de las comunidades con más entidades de población de España. Esto explica que la cifra de 1.669 aldeas gallegas sin vecinos supere ampliamente la de Asturias, que ocupa el segundo lugar, con 696 núcleos abandonados o Castilla-León que con 242 entidades vacías se sitúa en tercer lugar.

Hay comunidades en las que una aldea despoblada es incluso una excepción. En Baleares solo hay tres núcleos vacíos y en Cantabria únicamente cuatro.

En Galicia la desertización del rural es ya una constante que se repite cada año. Solo en la última década han desaparecido 500 aldeas de las aproximadamente 30.000 que hay en Galicia.

Cada seis días quedó abandonada una aldea en la comunidad gallega durante el último año. Las 55 que quedaron vacías en 2015 se suman a las 75 que se despoblaron en 2014, a otras 70 el año anterior, a las 61 registradas 2012, a 7 más que se deshabitaron en 2011 y a otras 63 de hace cinco años.

Y la tendencia parece no interrumpirse puesto que en 855 núcleos de población ya solo reside un vecino. Y en 1.116 únicamente viven dos personas. Esto significa que en la comunidad autónoma hay 1.971 aldeas a punto de desaparecer. Sumadas a las 1.669 en las que ya no vive nadie resulta que el 12 por ciento del total de entidades poblacionales de la comunidad autónoma está deshabitada o al borde de la desaparición.

La desertización se concentra sobre todo en Lugo y A Coruña. La provincia lucense tiene 727 entidades abandonadas, tras quedar desiertas otras 35 el pasado año.

En A Coruña son 630, siete más que hace un año. Pontevedra se sitúa en tercer lugar con 159 aldeas despobladas, de las cuales seis quedaron sin vecinos durante 2015. Y Ourense, a pesar de ser una provincia muy rural, solo tiene 153, siete más que en 2014.