La crisis en la Diputación de Lugo explotó ayer y lo hizo a 135 km de distancia. En Santiago, en la sede del Parlamento de Galicia, el presidente del ente provincial, el socialista Darío Campos, comparecía para dar cuenta de sus presupuestos para el año que viene, cuando acusó al alcalde díscolo de su partido, Manuel Martínez, de "tránsfuga" y aseveró que tenía "pruebas" de "negociaciones oscuras" entre el regidor de Becerreá y el PP. La acusación la lanzaba un día después de que el regidor de Becerreá, votase con los populares para dejar a los nacionalistas sin cargos en el ente, y en consecuencia sin recursos económicos. Fue su particular 'venganza' por el veto del BNG a que fuese el presidente del ente provincial, por una imputación judicial, o asumiese cualquier responsabilidad de gobierno.

¿Cuáles eran las supuestas pruebas? Unas fotos, facilitadas posteriormente, en las que aparecen Martínez y Elena Candia, que fue precisamente presidenta de la Diputación de Lugo durante tres meses gracias al voto rebelde del regidor socialista, en una estación de servicio en O Corgo, en Lugo. Una, según fuentes socialistas, registra supuestamente un encuentro el lunes, dos días antes del pleno en el que Martínez se alió con el PP para dejar al BNG sin recursos para contratar a asesores y de paso sin cargo de asesor a uno de sus compañeros de filas y ahora presidente de la gestora del PSOE en Lugo. El otro encuentro habría tenido lugar, según las mismas fuentes, antes de la moción de censura de socialistas y nacionalistas, posible porque Martínez cambió el sentido del voto.

El tono y la dureza de las acusaciones de Darío Campos sorprendió a sus propios compañeros de filas y al resto de los partidos. Hasta ayer Darío Campos intentó reconducir siempre con una actitud conciliadora la relación con el alcalde de Becerreá, pero las fotos fueron la gota que colmaron el vaso. Cuando las imágenes se hicieron públicas muchos en el PSdeG entendieron el estallido de Campos en sede parlamentaria.

Tras conocer la existencia de estas reuniones, los socialistas que el día anterior ya habían anunciado que estudian medidas contra el regidor de Becerreá reconocían que ya no descartan ninguna medida contra Martínez y que la decisión será inmediata. En el PSdeG no eran pocos los que daban ayer por sentado que llegados a este punto no queda más remedio que expulsar a Campos del partido y del grupo provincial. Entre tanto, la Diputación de Lugo anunciaba que analizaba el caso de Martínez, quien hoy da una rueda de prensa, por si se remite a la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo.

Desde el PPdeG restaban ayer importancia a las instantáneas de Candia con Martínez. Explicaban que los encuentros fueron públicos, en una estación de servicio, y si hubiera algo que esconder se hubiera elegido otro sitio e insistían que en la Diputación de Lugo, "el problema lo tienen PSdeG y BNG con Martínez". Sostienen que no hay una alianza de populares con el regidor rebelde, sino "una venganza de Martínez contra el Bloque".

En juego está la gobernabilidad de la Diputación de Lugo. Por ley, solo puede haber una moción de censura por mandato, y esta ya se produjo a principios de octubre, pero si Martínez no desiste de su actitud o si el PSdeG le expulsa de sus filas, socialistas y nacionalistas se verían abocados a gobernar en minoría, con la amenaza de que el voto del alcalde de Becerreá unido a los votos del PP tumbase sus iniciativas. En el PSdeG le restaban ayer importancia.Alegan que muchas cuestiones se pueden aprobar en la Junta de Gobierno sin pasar por el pleno. Uno de los problemas son los Presupuestos. Tienen que pasar por pleno y la Diputación no puede pasarse cuatro años con las cuentas de 2015 prorrogadas. La crisis de la Diputación también deja tocado al líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, pues se produce en su feudo.

El BNG también se sumó a la denuncia de Campos y aseguró que hay un "pacto oculto" entre PP y Martínez. Para los nacionalistas, el boicot de Martínez en el pleno del miercoles fue "un acto muy grave, de transfuguismo político, sin lugar a dudas, a la altura de Tamayo en Madrid". El Bloque pide a su socio de gobierno en la Diputación lucense que "reaccione y actúe". "Esperamos que haga algo en los próximos días".