La remodelación de la Xunta, por la fecha en que se produjo, tendrá además un efecto colateral añadido. A falta de dos semanas para su aprobación en el Consello y remisión al Parlamento del proyecto de ley de los presupuestos para 2016, se tendrán que reordenar lar partidas en una carrera contra el reloj.

A estas alturas, las cuentas del próximo año ya están más o menos diseñadas, pero ahora se deberán modificar para ajustar los fondos a las distintas consellerías, ya que hay tres nuevas y una suprimida.