Además de la desaparición de prácticamente un sector entero como las cajas de ahorro, las nacionalizaciones, el baile de fusiones y el profundísimo ajuste de plantillas y oficinas, la reconversión financiera en España provocó una inédita sequía en la financiación al tejido productivo. El llamado proceso de desapalancamiento que los expertos consideraban irrenunciable para abrir la puerta a la recuperación de la economía. Menos deuda. El fenómeno atizó con especial virulencia a Galicia, la comunidad que también soportó el mayor impacto de la metamorfosis de la banca, especialmente con las condiciones que la Comisión Europea exigió al negocio de NCG, heredero de la integración de Caixanova y Caixa Galicia, y su obligación explícita de frenar el crédito. ¿Resultado? En los últimos cinco años, los préstamos se redujeron un 41%, en más de 28.000 millones de euros. El segundo trimestre del actual 2015 podría suponer el esperado punto de inflexión. La financiación cayó solo un 0,3%, e incluso se contuvo -con un aumento del 0,02%- en el caso del crédito destinado a familias y empresas.
Al cierre de junio, el total de crédito concedido en Galicia sumaba 44.059 millones de euros. La inmensa mayoría, 41.260 millones, estaban en manos del sector privado, donde se registró ese mínimo crecimiento del 9 millones respecto al primer trimestre del ejercicio. Entre las administraciones, en cambio, la financiación bajó un 5,2%, hasta los 2.800 millones. Pero, a diferencia de lo que ocurre con hogares y compañías, el pasivo acumulado por el sector público de Galicia se disparó un 56% desde 2009.
La concesión de crédito aumento un 1,2% entre abril y junio en la provincia de Pontevedra; un 0,05% en la de Lugo; en Ourense se mantuvo sin variaciones; y en A Coruña cayó un 1,5%, según los datos actualizados por el Banco de España.
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Después de liderar casi todos los trimestres de los últimos cinco años y medio los descensos en la financiación, Galicia aguanta ahora entre los recortes menos abultados, por detrás de Asturias -con una bajada del 0,1%- y País Vasco y Navarra, los únicos territorios donde el crédito crece. Un 2,9% y un 2,3%, respectivamente. En el conjunto del Estado la disminución alcanza el 1,3%. Por encima de la media aparecen Cataluña, Canarias y Castilla y León, las tres con descensos del 1,4%; del 1,6% en Andalucía; un 1,7% en La Rioja; un 1,8% en Baleares; del 2,6% en la Comunidad Valenciana; y el 4,4% en Murcia.
El arranque del año fue muy malo para el ahorro. Casi 700 millones de euros menos en Galicia. El segundo trimestre, sin embargo, deja un sustancioso aumento de 995 millones, 11 millones al día. Un 1,7% más, hasta los 57.749 millones. En los hogares y empresas crece un 1% y superan los 55.173 millones, repartidos en 10.467 millones en cuentas a la vista, que aumentan un 9,5%; 18.104 millones en depósitos de ahorro, en lo que el alza llega al 5,8%; y 26.602 millones a plazo, un 4,9% menos, probablemente porque están muy afectados por los bajos tipos de interés. En las administraciones se elevó un 22,3% -guardan 2.576 millones-, justo después de la celebración de los comicios locales.
El ahorro toca así un nuevo récord en la comunidad -el anterior lo batió precisamente un año antes, en el segundo trimestre de 2014, cuando ascendía a 57.631 millones de euros-, mientras que en todo el país descendió un 0,5%. Pese a que los aumentos son generalizados entre todas las comunidades. La clave está en lo ocurrido en Madrid, que concentra el 30% del ahorro de España y donde se registró un notable recorte del 4,3%.
