Enrique Alonso Pais, responsable de Eiriña S.L., una de las dos empresas centrales de la trama de la Operación Patos, se aprovechaba presuntamente de sus "contactos políticos" con la delegada de la Xunta en Vigo María José Bravo Bosch para tratar de hacerse con obras que licitaba el Consorcio del Casco Vello, presidido por esta política del PP. Y tal era la posición de "supremacía" del propietario de la constructora, que llegaba "a permitirse el lujo" de renunciar a trabajos que con seguridad iban a serle adjudicados "por no considerarlos económicamente rentables o por ser éstos de escasa cuantía dineraria". Ésta es una de las conclusiones a la que llega la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF-A Coruña) de la Policía Nacional en el informe incorporada a la causa que dirige el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo, que investiga un caso de presunta corrupción en la adjudicación de contratos públicos. Los agentes documentan tres obras y concluyen que si bien en estos casos finalmente no se las acabó llevando Eiriña, lo fue porque la propia empresa "no quiso", "ya que las influencias ejercidas sobre María José [Bravo Bosch] y ésta a su vez sobre el gerente del Consorcio del Casco Vello son perfectamente constatables". Por ello, zanja el informe policial, "la acción de influir en autoridad o funcionario público para conseguir un beneficio propio o de tercero sí sucedió, lo que sería perfectamente encajable en las conductas tipificadas como delitos contra la Administración Pública".

La investigación policial de la Operación Patos, caso cuyo secreto de sumario fue levantado esta semana por la juez María del Carmen García Campos, habría evidenciado continuos "amaños" de Eiriña con funcionarios y políticos para hacerse con obras en ayuntamientos, Diputación de Pontevedra y Xunta. La UDEF elaboró informes de cada una de las administraciones y entidades públicas objeto de registros. Y una de ellas es el Consorcio del Casco Vello, entidad presidida por Bravo Bosch cuya labor se dirige a adquirir edificios abandonados del barrio histórico vigués para rehabilitarlos.

Los pinchazos telefónicos son claves para los agentes a la hora de concluir que el responsable de Eiriña , que, siempre según el informe policial incorporado al caso, "le informan de las ofertas presentadas por otras empresas competidoras, para así presentar la empresa de Enrique [Alonso Pais] una mejor oferta que no tenga oferta rival".

Para los investigadores de la UDEF, es evidente "la predilección" que se tiene a Alonso Pais por parte de la delegada de la Xunta. Y apoyan esta afirmación en conversaciones telefónicas interceptadas. "[...] las cosas nos van bastante bien [...] ahora mismo estoy en la Delegación de la Xunta en Vigo [...] con la delegada aquí tengo muy buen rollo, ¿sabes? [...] entonces, bueno, todo todo no, pero el 50 o 60 por ciento [...]", refiere Pais a un interlocutor en junio de 2013. En enero de 2014, en otra conversación, en este caso con Javier Carballeda, jefe de gabinete de la delegada, el responsable de Eiriña le pregunta: "¿Cómo están mis gestiones?". "Tus gestiones van... todas bien; si eres el enchufado de la Delegación", recibe el empresario como contestación.

El informe documenta de forma concreta tres actuaciones en el Casco Vello. Una de ellas referida a 11 locales en las calles Ferrería, Cruz Verde, Abeleira Menéndez y Real. Unas obras que Eiriña finalmente no hizo porque "no le interesaban a la propia empresa y no por causas achacables al órgano de licitación".

Sobre la licitación de otros trabajos en edificios de la calle Ferrería y San Sebastián, al final también adjudicadas a empresas distintas que Eiriña, "de las conversaciones telefónicas se interpreta que por parte de los directivos de la empresa planean una estrategia para acceder con éxito a otra licitación superior al millón de euros [...], interesándoles por tanto no resultar adjudicatorios por poco de las obras analizadas, para así tener más posibilidades de llevarse la [otra] obra, gracias a la labor de María José".

Y sobre unas demoliciones de edificios también en el Casco Vello, los agentes señalan que "la intención" del consorcio era que las hiciese Eiriña. Pero la constructora, añade el informe, renuncia tras analizar los márgenes de beneficio. "El interés de María José es que las obras las lleve a cabo la empresa de Enrique, quien ante su posición de superioridad se permite el lujo de aceptar o no", se considera en el documento de la Policía.