La disputa entre el PSOE y el BNG sobre el mejor candidato para presidir instituciones donde hacen falta pactos entre partidos de izquierda ha pasado del Concello de Lugo a la Diputación, para la que los socialistas han propuesto al alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, imputado por presunto tráfico de influencias. Los nacionalistas, con dos diputados en el organismo lucense y los socialistas con 11 frente a los 12 del PP, exigieron "responsabilidad" al PSOE y que elija otro candidato para darle su apoyo.

El portavoz del BNG, Xavier Vence, reiteró ayer que su partido no apoyará a Martínez mientras siga "imputado". "No se puede proponer a un candidato que tiene en este momento una imputación, por eso el Bloque espera que el PSOE ofrezca otro candidato que pueda ser apoyado; los responsables políticos tienen que pasar todos los parámetros de limpieza que se le exigen", sentenció Vence.

El alcalde de Becerreá asegura que no le convertirán en "un Orozco". Y es que la presión de BNG y Lugonovo forzaron la renuncia a la alcaldía de Lugo de Xosé López Orozco, imputado en la operación Pokemon. En un descanso de la reunión de su consello nacional, Vence insistió en que el BNG "únicamente" formará o apoyará gobiernos que estén "libres" de cualquier imputación.

El portavoz nacional del Bloque desveló que en el encuentro de ayer el Bloque refrendó "por unanimidad" los acuerdos de gobierno que han permitido a los nacionalistas "gobernar o cogobernar" en 45 concellos, en 30 de ellos ocuparán la Alcaldía.

El máximo órgano entre asambleas del Bloque también aprobó las "líneas programáticas" para negociar un acuerdo de gobierno en las diputaciones de A Coruña, Lugo y Pontevedra con las demás fuerzas políticas, pero especialmente con el PSdeG. De no aceptar los socialistas un "adelgazamiento" de la estructura y funciones de las corporaciones provinciales, los nacionalistas sopesan no apoyarles, lo que las dejaría en manos del PP. El BNG defiende un reparto "equilibrado" de las corporaciones provinciales, de manera que el bastón de mando de la Diputación de A Coruña quede en manos nacionalistas y las de las corporaciones provinciales de Lugo y Pontevedra, sean presididas por los socialistas.

El consello nacional también aprobó que se promueva una candidatura de unidad popular con todo los partidos para representar a Galicia en el Congreso.