En un lustro, se elevó en 1.401, hasta los 20.662, el número de monolingües en gallego en el Concello de Vigo, pero, incluso así, la ciudad es la segunda donde un menor porcentaje de población -el 7,68%- recurre a esta lengua para todas sus comunicaciones verbales, tras Ferrol, donde su uso no llega al 7%. Ambas ciudades repiten puestos si se analizan los que optan por el castellano en todas las situaciones: un 58,3% en Ferrol y un 51,4% en Vigo, porcentaje que en el segundo caso implica un incremento de ocho puntos desde 2008.

En el extremo opuesto se sitúa Santiago, donde casi una tercera parte de la población -el 29%- habla siempre gallego y además fue en aumento (ocho puntos en cinco años) y que también ostenta el porcentaje menos representativo de monolingües en castellano, un 21%, aunque superior al de 2008. Ese grupo representa en la ciudad de Pontevedra el más numeroso, con un 43,5% de hablantes, aunque por detrás de A Coruña, donde este colectivo asciende al 46,5% de la población.

El interior de Galicia es otra de las plazas fuertes del gallego. En Lugo un 23% lo usa siempre, siete puntos más que en 2008, y en Ourense lo hace un 16%, aunque en este caso haya habido un descenso de casi tres puntos y el grupo mayoritario -el 34%- se incline por combinar ambas lenguas con predominio del castellano.